“Si no me encierro en la consulta creo que me habría matado, estaba furioso”

Almería/Una enfermera del Centro de Salud Casa del Mar del barrio de Pescadería ha sido víctima de una brutal agresión verbal por parte de un paciente que tuvo que ser detenido por los agentes de la Policía Nacional. Es un caso más que se suma a las decenas que ya se han registrado en la provincia de Almería en lo que va de año y que ha elevado las cifras sin que las medidas que hay puestas en marcha sirvan de freno a de situaciones violentas que a diario se viven en los centros sanitarios, especialmente en Atención Primaria.

“Estoy fatal, con mucha ansiedad, mucho miedo y rabia. Este episodio tan violento que me ha tocado vivir no es justificable con nada pero es una situación que ha explotado y que llevábamos dos semanas viendo venir mis compañeros y yo. La falta de personal provoca reacciones de los pacientes que a veces hasta tienes que ponerte en su lugar y entenerlos. Pero lo que ocurrió ayer no tiene nombre. Yo creo que si no me hubiera encerrado en la consulta con un cerrojo, este hombre habría ido a hacer muchísimo daño, porque iba a por todas. Casi arranca la puerta en su afán de ir a pegarme”, explica la víctima a Diario de Almería con la voz entrecortada de los nervios y la ansiedad que padece.

Es enfermera y en el momento de los hechos, sobre las 12:30 horas, estaba sola en el centro de salud. Era la única enfermera de servicio allí. Iba con retraso y estaba atendiendo una urgencia junto al médico de cabecera. Cuando salió a la sala de espera a coger material sanitario se percató de que un paciente estaba muy nervioso y los demás usuarios que también esperaban le dijeron que le atendiera porque estaba teniendo una actitud peligrosa y se temían lo peor. Los augurios se confirmaron. Cuando ella le preguntó qué necesitaba, él, de forma agresiva, le dijo que quería que le hicieran un papel en el que indicara que su enfermera no estaba, que se había negado a curarlo y que si le pasaba algo sería todo bajo su responsabilidad. La sanitaria le explicó que él había llegado tarde a su cita y que la enfermera que le iba a atender en un principio ya no estaba pero que no había ningún problema porque ella misma le haría la cura necesaria. El paciente se negó a que lo curaran y únicamente solicitaba el papel que le fue negado en numerosas ocasiones. Fue entonces cuando arrancó los bancos metálicos de la sala de espera para lanzárselos y comenzó a golpear la puerta a puñetazos y a patadas profiriendo insultos y amenazas de muerte.

Los profesionales sanitarios activaron el botón del pánico y tuvo que intervenir la Policía Nacional para llevarse detenido al individuo.

Ayer mismo tuvo lugar un juicio rápido en el que la enfermera, por miedo a represalias y tras haber pactado con la familia que lo iban a intentar calmar para que no volviera a protagonizar un acto semejante, retiró la acusación. Eso sí, ha pedido traslado de su puesto de trabajo a otro centro de salud y va a hacer uso del recurso de asistencia psicológica que le ha brindado el Servicio Andaluz de Salud para este tipo de casos.

A la misma hora de la manifestación por el aumento de agresiones

Los hechos ocurrían prácticamente a la misma hora que cientos de trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se manifestaban frente a los centros de salud, sedes de Distritos de Atención Primaria y hospitales en protesta por el aumento exponencial de agresiones que se está dando en todos los ámbitos, pero especialmente en Atención Primaria. Los sindicatos señalan a la Consejería de Salud como la responsable de la lamentable situación que padecen los centros, “inmersos en una vorágine de colas, citas que no llegan, demoras en la atención y falta de personal que son el coctel perfecto para que se produzcan episodios violentos” explicaban los manifestantes.