Un sueño escrito en clave de Sol

El ex jugador del Athletic de Bilbao, Julen Guerrero, se acerca emocionado a un joven que ha conseguido poner en pie a más de 18.000 personas en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Partido por la salud del pequeño Juanma. Samuel Cuenda Sánchez termina de cantar un tema compuesto por él mismo para el niño. La magia de la música ha conseguido tocar el alma del veterano león, que quiere trasmitirle, en persona, lo que le ha hecho sentir.

La dulzura y el talento de este chico de La Cañada, eterno enamorado de la música, ha encandilado al jurado de la Academia más famosa de la televisión, la de Operación Triunfo, que le ha mostrado el camino hacia su futuro. Él sueña con los pies en la tierra. Sus padres, Eva María Sánchez y Félix Cuenda, le han acompañado en todo momento. Desde que, con apenas cinco años, intentaba entonar las canciones que más le atraían. Ellos le apoyaron. Porque sabían que el cielo estaba al alcance de la mano. Nunca quisieron que el joven perdiera un tiempo precioso.

El camino hacia Operación Triunfo empezó en Málaga. Petate al hombro, comenzaron su andadura siguiendo las notas que componían la banda sonora de su vida. Félix Cuenda es muy claro. "Lo que quiere todo padre es ver a su hijo feliz, que triunfe en su vida en general, en todo lo que se proponga". Samuel se fue a dormir a un hotel la noche del 19 de marzo junto a su madre. Félix se quedó en la cola. "Voy a pasar el casting para regalártelo por el Día del Padre", le prometió el joven. Dicho y hecho. Un hombre de palabra. La misma que le acompañó cuando, el día 3 de abril, quiso darle una sorpresa por su cumpleaños. "Ahora voy a pasar el segundo también para ti".

"Le hemos inculcado el respeto por los demás, que deje de lado las desilusiones porque sabe de lo que es capaz y, para mí, es el mejor del mundo", manifiesta su padre. El timbre del móvil les distrae. Familiares, amigos y compañeros de centro de este inquieto joven, que estudia un módulo de Educación Física, llaman sin descanso a la familia. Le conocen bien, saben de su carácter humilde y afable. Es ambicioso. Pese a sus 18 primaveras, ya cuenta en su haber con 6 años de violín, estudios de coro, solfeo y un sinfín de canciones escritas en los momentos en que las musas despertaban su inquieta memoria.

"A él le gusta todo tipo de música", recuerda su padre sonriendo. Un día, mientras pasaba las horas buscando el acorde perfecto en su habitación, le llamó. "Me dijo que había encontrado navegando por internet una canción que quería que escuchara, unos meses más tarde ya sonaba ese tema en todas las emisoras de radio", recalca Félix. Es un ejemplo de todo lo que tiene que dar este chico.

Todos en el barrio le quieren, matiza su madre, y él les devuelve con creces el cariño. "Quiere seguir adelante por todos, por sus vecinos, por sus amigos y por todos los almerienses", señala Eva María. Han pedido que la provincia se vuelque al igual que hicieron, en su día, con David Bisbal. "Buscamos desplazamientos globales, para que todos estén a su lado, tenemos que ayudar a lanzarlo entre todos", afirma su padre a quien el orgullo le hace brillar los ojos. "Cuando David estaba en la Academia, era el primero en votarle, en seguirle, no perdió un segundo del programa", asegura su madre.

Enamorado del deporte, Samuel juega en los juveniles de El Zapillo. "Siempre es capaz de encontrar algo bueno dentro de lo negativo", dice el padre del chico, "por eso creemos que dentro de la Academia se va a esforzar mucho y no va a tener miedo de los juicios que pueda hacer Risto Mejide, va a saber acogerlos a la perfección".

Aunque su pasión es la música, es consciente de la importancia de lo académico. El despegue es inminente. "no va a dejar nunca de estudiar, aunque siente la música como suya, vive por ella", asegura su madre. "No queremos que cambie como persona, nos gusta nuestro hijo así, como es".

Ahora depende de él. Una vida abierta, escrita en clave de Sol.