Tano no juega solo: Viator se une por un niño con síndrome de Angelman

El pabellón municipal acoge este sábado un evento solidario con fútbol, música, baile y espuma para ayudar a un niño de 4 años que necesita terapias constantes

El almeriense Tano, un ángel todos los días

El pequeño Tano.
El pequeño Tano. / DDA

La sonrisa de Tano mueve montañas. Este sábado, 7 de junio, el Pabellón Municipal de Deportes de Viator será escenario de algo más grande que un torneo. Allí no se disputará solo fútbol sala. Se jugará la esperanza. La lucha diaria de un niño de 4 años que vive con el síndrome de Angelman, una enfermedad neurológica rara y severa que le impide hablar, caminar con normalidad y vivir sin vigilancia constante.

Cartel del torneo
Cartel del torneo / DDA

La jornada arranca a las 09:00 h, con equipos de todas las edades –desde bebés hasta sénior masculino y femenino– entregados a una causa que une a Viator y a toda la comarca. En paralelo, habrá barra y cafetería solidaria, exhibiciones de baile deportivo, colchonetas y hasta un cañón de espuma. Porque el deporte puede ser también una fiesta de vida.

"Tano es mi ángel" es el lema que ha inspirado este torneo impulsado por su familia y por la Asociación que lleva su nombre. No hay fondos públicos. No hay ayudas institucionales. Solo hay amor, compromiso y una comunidad dispuesta a darlo todo para que Tano siga recibiendo las terapias especializadas que necesita. Fisioterapia, logopedia, atención neurológica... Todo a cargo de una familia que no se rinde.

Los organizadores –la Asociación Tano, Cuquiline Team y el Ayuntamiento de Viator– han movilizado a más de una docena de clubes, empresas, vecinos y voluntarios. Todos reman en la misma dirección: hacer que cada gol se convierta en un paso más para Tano. Y que cada aplauso suene como un empujón hacia la esperanza.

El síndrome de Angelman es causado por una alteración genética en el cromosoma 15. En el caso de Tano, se trata de una deleción completa, una de las formas más severas. No hay cura. Pero sí hay terapias que permiten mejorar su calidad de vida, siempre que se mantengan de forma constante. El coste mensual, muy elevado, no está cubierto por la Seguridad Social.

Por eso este torneo no es solo deporte: es supervivencia. Cada euro recaudado servirá para sufragar tratamientos, materiales adaptados, consultas médicas y cuidados diarios. “Todo suma”, recuerda su familia. “Desde comprar un bocadillo en la barra hasta compartir el cartel por redes sociales”.

Empresas locales como Exclusivas Almería, Cherryflos, Oxygen Bike, Afial, Style Café o Pan Hidalgo se han volcado con la iniciativa, junto a muchos otros negocios que donan productos, camisetas, regalos o simplemente tiempo. Algunos han cedido colchonetas. Otros, bebida para la barra. Hay quien solo ha preguntado: ¿en qué puedo ayudar?

Porque Tano no juega solo. Tiene detrás un equipo que no entiende de resultados ni de categorías. Un equipo que se mide en cariño, en implicación y en esa mezcla única de orgullo y ternura que solo despiertan los niños que luchan sin saberlo.

Durante toda la jornada, el pabellón será un espacio para las emociones. Habrá deporte, pero también música, baile, espuma y sorpresas. Porque la solidaridad, cuando se hace con el corazón, también debe celebrarse.

La entrada es libre. El gesto, infinito.

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