Descubren algo oculto junto a Almería: una falla submarina con riesgo sísmico
Investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC) han identificado un sistema de fallas incipiente a 60 kilómetros de la costa almeriense con posibles riesgos sísmicos
Peligro bajo tierra: las fallas activas que amenazan a Almería
El mar de Alborán, el espacio marítimo que une Almería con el norte de África, esconde bajo sus aguas un suelo que se mueve. Investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) han descubierto una nueva fractura submarina activa, situada a unos 60 kilómetros frente a la costa almeriense, que revela cómo la corteza terrestre sigue deformándose en esta zona del Mediterráneo. Se trata de un sistema de fallas, es decir, grietas profundas del terreno donde se acumula energía capaz de generar terremotos. El hallazgo, publicado en la revista científica Tectonics, permite observar por primera vez con gran detalle el nacimiento de una falla activa bajo el mar, gracias a mapas del fondo marino elaborados con tecnología de alta precisión.
Qué es una falla y por qué importa
Una falla es una fractura en la corteza terrestre donde dos bloques de roca se desplazan en direcciones opuestas. Ese movimiento libera la energía acumulada en el interior del planeta y puede producir terremotos o incluso maremotos cuando ocurre bajo el mar.
En el caso del mar de Alborán, las placas euroasiática y africana chocan lentamente —a unos cinco milímetros por año— y ese empuje continuo deforma el fondo marino. Con el tiempo, esas deformaciones se convierten en fallas activas como las que ahora ha identificado el CSIC.
El sureste español está situado sobre una de las fronteras sísmicas más activas del Mediterráneo. Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), la peligrosidad sísmica de Almería y del mar de Alborán es comparable a la del Atlas marroquí, donde en 2023 se registró un devastador terremoto.
Bajo las aguas, la tensión entre placas se reparte en una red de fracturas geológicas que va desde la falla de Carboneras hasta la de Al-Idrissi, considerada una de las más activas del Mediterráneo occidental.
Una pista del terremoto de 1910 de ADra
El nuevo sistema descrito por el CSIC podría explicar el terremoto de 1910, que causó daños en Adra y se sintió en todo el sureste peninsular. Aunque la fractura aún está en una fase temprana, ya muestra deformaciones recientes, lo que confirma que sigue viva y en movimiento.
Los modelos elaborados por los investigadores indican que esta falla podría conectarse con la de Al-Idrissi, origen del seísmo de magnitud 6,4 que sacudió Marruecos y Melilla en 2016.
El fondo del mar de Alborán es un auténtico mosaico de fallas. La de Carboneras, con más de 80 kilómetros de extensión submarina, es una de las más conocidas y ha provocado varios grandes terremotos históricos.
A su alrededor se localizan otras fracturas relevantes como las de Alhama de Murcia, Bajo Segura o Yusuf, todas ellas dentro del mismo corredor tectónico que conecta la Península Ibérica con África.
Ciencia frente al riesgo
Los científicos del CSIC subrayan que su trabajo no busca generar alarma, sino mejorar la prevención. Conocer con detalle dónde están y cómo evolucionan estas fallas permite afinar los modelos de riesgo sísmico y diseñar infraestructuras más resistentes.
Como recordó el consejero de Agricultura y exalcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, el futuro del litoral “depende de una planificación responsable y de entender que vivimos sobre un territorio dinámico”.
Un laboratorio natural para la geología europea
El mar de Alborán sigue siendo uno de los entornos geológicos más estudiados de Europa. Bajo su superficie, las fallas se ramifican como cicatrices invisibles que cuentan la historia del planeta en movimiento.
Comprender cómo respira este mar es clave para proteger a Almería y al sureste peninsular de los efectos de los grandes seísmos que han marcado la historia del Mediterráneo.
También te puede interesar
Lo último
CONTENIDO OFRECIDO POR DIPUTACIÓN DE ALMERÍA