La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la presunta suplantación de identidad de siete personas a la hora de examinarse del carné de conducir en la provincia de Almería durante todo el año 2018.

Así lo ha avanzado a Diario de Almería el director provincial de la DGT en Almería, José María Méndez, quien ha explicado que los presuntos infractores, la mayoría aún en investigación, han sido detectados por los propios examinadores que, ante los posibles indicios de fraude (cámaras ocultas) o suplantaciones de identidad, se han puesto en contacto con las autoridades policiales para que iniciaran una investigación al respecto.

Los siete casos de suplantación de identidad detectados están en el Juzgado de lo Penal a la espera de su resolución. En estos casos, los testimonios de los propios implicados, así como de testigos, son clave para destapar las tramas, en las que en muchos casos hay cantidades económicas por medio como pago por los servicios prestados. Este es precisamente uno de los indicios que lleva a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a iniciar una investigación.

La utilización de medios para cometer fraude supone la calificación de “No Apto” directamente, pero además, según avanzó Méndez, se tiene en cuenta para futuros exámenes de conducción.El pasado mes de abril la Policía Nacional junto con los Mosos d’Escuadra llevó a cabo una operación conjunta en la que resultaron detenidas 46 personas , una de ellas en Almería, y desarticularon una organización criminal de origen subsahariano que se había especializado en suplantar identidades en los exámenes para obtener el carné de conducir.

Los agentes se desplazaron hasta la sala de exámenes teóricos para verificar los documentos presentados por los aspirantes a obtener el permiso de conducir, momento en el que detectaron irregularidades en la tarjeta de identidad de extranjero de un ciudadano de Ghana al tratarse de un documento falso con el que se identificaba otro ciudadano de ese país.

Fruto de un análisis detallado de este caso, los investigadores descubrieron la existencia de una trama criminal dedicada a la falsificación de documentos para realizar exámenes teóricos de conducir. Los detenidos usurpaban la identidad del aspirante y, por lo tanto, incurrían en la presunta comisión de varios delitos, tales como falsedad documental, usurpación de estado civil y delitos contra la seguridad vial, ya que obtienen el carné de forma fraudulenta sin los conocimientos necesarios.

Con estas detenciones se ha impedido que los suplantados obtengan de manera fraudulenta el permiso de conducción español, careciendo de todos los conocimientos relacionados con la seguridad vial, normas de circulación, señales, etc., lo que hubiera supuesto un problema de inseguridad para el resto de ciudadanos que circulan por las carreteras del país. Suplantadores y suplantados se enfrentan a penas de entre seis meses y tres años de prisión y multa de seis a doce meses, según el artículo 392 del Código Penal.