Los vándalos se ceban con el cristal nuevo de la cafetería del Mirador

Apenas una semana después de que los operarios hayan instalado la cristalera en la que será la nueva cafetería del Mirador de La Rambla, en el local de la antigua Oficina Municipal de Turismo, los vándalos ya se han fijado en ella. Decenas de adhesivos sujetan los cristales para evitar cualquier tipo de peligro a los viandantes, a la espera de que la luna dañada sea repuesta por otra nueva.

El local aún no ha empezado a funcionar cuando ya se ha visto envuelto en la malicia de los vándalos. Quizá los mismos que atacaban a la estatua de John Lennon cuando ésta estaba situada a apenas 200 metros de la cafetería, en la entrada del círculo del Mirador y que después tuvo que ser trasladada al Paseo de Almería en busca de tranquilidad.

La cafetería del Mirador de La Rambla podría estar lista para después de Semana Santa, para cuando se prevé que el establecimiento pueda abrir sus puertas en un punto neurálgico de la capital.

Su atractivo, además de la terraza en la superficie y la gran cristalera que dejará ver todo el interior del local, será la oferta de tapas y un innovador mobiliario acorde con el estilo de esta zona de la ciudad. La concesión del alquiler del local supondrá al Ayuntamiento ingresar unos 42.000.