“Ven, que me está matando”: el TSJA confirma los 20 años de cárcel por el asesinato en un cortijo de Níjar

Según el veredicto unánime del jurado, ahora avalado por el TSJA, el acusado atacó a la víctima mientras dormía, propinándole “numerosos golpes y patadas”

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A la derecha de la imagen, el procesado en esta causa.
A la derecha de la imagen, el procesado en esta causa. / D.A.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado íntegramente la condena a 20 años de prisión para Vasile I.M., un hombre de nacionalidad rumana declarado culpable del asesinato a golpes de su compatriota Ioan Florin S. en un cortijo del paraje Saladar y Leche de Níjar, en la madrugada del 17 de junio de 2021.

Según el veredicto unánime del jurado, ahora avalado por el TSJA, el acusado atacó a la víctima mientras dormía, propinándole “numerosos golpes y patadas por todo el cuerpo, principalmente en la cabeza”, de forma “súbita y repentina”, aprovechando que se encontraba desprevenido. Lo hizo “consciente y deliberadamente”, con la intención de causarle la muerte.

El compañero de vivienda de ambos, que escuchó los gritos de auxilio de Florin (“ven, que me está matando”), relató ante el tribunal cómo encontró a la víctima en el suelo, sangrando, mientras Vasile seguía golpeándolo de pie, sin descanso, incluso con una tabla de madera. El testigo intentó detener la agresión durante más de cinco minutos. Florin falleció el 18 de agosto de 2021 en el Hospital Torrecárdenas, a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico severo y otras complicaciones derivadas de las lesiones, según los forenses.

En su recurso, la defensa del condenado solicitaba la nulidad del juicio, alegando indefensión, error en la valoración de la prueba, y que la muerte se debió a una sepsis hospitalaria, no a los golpes. También pedía la apreciación de intoxicación etílica y dilaciones indebidas como circunstancias atenuantes. La Sala, sin embargo, desestima todos los motivos del recurso: considera que no se vulneró el derecho a un juicio justo, que la prueba fue “suficiente y coherente”, y que la actuación del jurado fue “razonable y racional”.

El tribunal recuerda que ni los agentes de la Guardia Civil ni los testigos apreciaron en Vasile signos de embriaguez, que no se realizó prueba de alcoholemia, y que fue el acusado quien se mantuvo pasivo tras la agresión, sin llamar a emergencias. También rechaza que se hayan producido retrasos imputables a la administración de justicia: señala que el acusado permaneció huido en Francia y fue detenido mediante una orden europea.

La condena incluye, además de los 20 años de prisión, una orden de alejamiento durante 30 años respecto a la hermana del fallecido, a la que deberá indemnizar con 120.000 euros, y la prohibición de acudir al lugar donde resida la familia de la víctima durante ese mismo periodo.

Contra esta sentencia cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

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