Veranos calurosos en Almería: más riesgo de infecciones íntimas

Almería es una de las zonas más calurosas y soleadas de la Península, con veranos que pueden superar los 30 °C de media diaria y una humedad relativa superior al 50 %, condiciones que favorecen la aparición de infecciones íntimas si no se toman precauciones. Según datos climáticos, la temporada cálida en Almería dura casi tres meses (del 20 de junio al 17 de septiembre), con máximas de 29–30 °C, mínimas nocturnas que apenas bajan de 22 °C y una humedad típica del 50–55 % incluso en pleno julio.

La salud íntima también necesita cuidados

En los meses de más calor, es habitual prestar atención a la hidratación, la alimentación o la protección solar. Sin embargo, la salud íntima también merece atención, sobre todo en provincias como Almería, donde la temperatura y la humedad permanecen elevadas durante semanas.

La exposición continua al calor, los baños prolongados en playas o piscinas y los cambios de rutina pueden favorecer ciertas molestias o infecciones si no se toman pequeñas precauciones. Así lo explica Lucía Jiménez, sexóloga de Diversual, que recuerda que “el aumento de la temperatura, la humedad y la exposición al agua o el mayor contacto íntimo puede dar lugar a más infecciones”.

Claves para evitar infecciones

Entre las recomendaciones básicas, Jiménez subraya: “Lo principal es la higiene y la salud sexual, eso lo sabemos, pero hay un detalle muy importante para evitar infecciones vaginales o urinarias: hacer pis después de mantener relaciones sexuales y ducharse después de nadar para eliminar productos químicos y bacterias”.

En lugares como El Zapillo, San José o Agua Amarga, donde se pasa gran parte del día en remojo o con ropa húmeda, el riesgo puede aumentar si no se actúa con constancia.

“Beber agua en abundancia y de forma frecuente ayuda a mantener limpio el sistema urinario y, de paso, a estar hidratado frente al calor”, añade la experta.

Consejos para la higiene íntima

A la hora de la higiene, Jiménez insiste: “Es importante limpiar los genitales de delante hacia atrás, de la vulva al ano. Y no utilices productos perfumados en esta zona: lejos de ayudar, alteran la microbiota y te desprotegen”.

Relaciones sexuales y precauciones

Con el aumento de las relaciones sociales, la espontaneidad también entra en juego. “El verano es un momento del año donde la actitud de fluir y conocer gente está en el aire. Por eso, llevar preservativos o barreras de látex (que no lleven mucho tiempo en la cartera y no estén expuestos al calor) es imprescindible”.

En relaciones orales con personas recién conocidas, la sexóloga es clara: “La higiene debe ser máxima, y no hacerlo sin un método de barrera. Las mucosas bucales y genitales, sobre todo si hay una pequeña herida, son un foco clave de contagio”.

Juguetes sexuales, solo con protección

También es importante el cuidado con los artículos íntimos: “Limpia correctamente los juguetes sexuales y no los compartas. Si los usas con otra persona, pon un preservativo y cámbialo si se pasa de un orificio a otro”.

Protección y confianza, lo más sexy

En cuanto a las garantías, Jiménez lo deja claro: “Una relación sexual genital 100 % libre de infección solo se da si ambas personas tienen analíticas recientes y se protegen”.

Y añade con firmeza: “Por mucho que la espontaneidad sea sexy, no hay nada más erótico que disfrutar de forma segura. Usar preservativo no corta el rollo: es una forma de cuidar y cuidarse”.

Evitar un verano con picores

La sexóloga concluye con un mensaje directo: “Hacerlo en la playa con tu ‘crush’ puede ser divertido, pero pasarte el resto del verano con picores y molestias no compensa”.

En un entorno como el litoral almeriense, con humedad, calor y mucha vida al aire libre, cuidar la salud íntima no es solo una recomendación: es una forma sencilla de disfrutar del verano sin sobresaltos.