La voz blanca de la música jazz
La madrileña Rocío Starry lleva asentada más de una década en la provincia residiendo en Vera Trabaja con una productora en Sudáfrica donde va de gira varias semanas cada año
Cuando la madrileña Rocío Starry pasaba las horas en el Aeropuerto de Barajas jamás imaginó que podría dedicar su vida al que entonces era su hobby; la música Jazz. "Empecé a trabajar en Madrid con algunos grupos pero no era nada serio", cuenta mientras confiesa que antes de convertirse en una de las voces más versátiles de la provincia trabajó para varias compañías de vuelo donde los horarios parecían no existir y el estrés consumía sus días.
Hace 11 años que el médico le aconsejó que aparcara el estrés de la capital y se trasladara a vivir cerca del mar y así, en 2005 hizo las maletas y se mudó a Vera donde sus padres veraneaban disponía de una vivienda. La costa hizo que las agujas del reloj se retrasaran y el sol, que los años se llenaran de tranquilidad. Su vida dio un giro de 360º y la música pasó a ser parte, aún más importante, de su día a día. "Cuando vine Almería estaba en pleno boom inmobilario y pedían gente que supiera hablar inglés. Eché mi currículum en una Inmobiliaria y me llamaron de momento".
Rocío pasó entonces del estrés a la seguridad de tener un trabajo fijo y la opción de poder cumplir sus sueños hasta que un doble transplante de páncreas y riñón y la perdida de visión total en su ojo izquierdo por motivos de salud le hicieron abandonar su empleo y dedicar su vida a lo que más amaba: la música.
"Para mí ha sido una terapia bastante buena, es lo que me mantiene, incluso me encuentro mucho mejor que antes", cuenta con un hilo de voz disfrazado de optimismo.
Con su vida dedicada por completo a su pasión, la conocida como "voz blanca negra" lleva más de un proyecto adelante aunque confiesa que el que tiene junto a su marido, el también músico londinense Martyn Thompson, es uno de los más importantes.
Solskala es un dúo con el que actúa por toda la provincia. Durante el verano la pareja se sube sobre los escenarios Vera Playa y Mójacar y en invierno Almería les acoge con los brazos abiertos.
La voz de Rocío Starry, además, ha llenado otros locales tan importantes como el Teatro Cervantes o la Sala Clamores además de festivales como el Jazzbegote de 2014, Yesterday Festival Almería, ILOF Festival 2014 o el último hace apenas tres meses; el Festival Mucho Más.
Pero la joven vocalista no es conocida únicamente en el sur de España sino que es una de las estrella de la música en Sudáfrica donde trabaja con una productora y acude varias semanas al año de gira. Rocío Starry es la única voz española que hace afrodeep, un estilo que triunfa en Johannesburgo donde la vecina de Vera ya tiene un nombre y es más que conocida.
Pink City Lights es su otro proyecto de Jazz donde trabaja con el batería Benito Navarro y el contrabajista Dago de Levie además de su marido que se encarga del saxo tenor y es soprano .
Pero ahí no acaba su trabajo como cantante ya que su nombre aparece también en muchos de los carteles de Starry Sax Experience junto a su hermano Pablo Castillo o Amy Amy Amy Tribute Band donde dedican todas sus actuaciones a la desaparecida Amy Winehause y trabaja con algunos de los miembros de la conocida agrupación musical almeriense Teddy Boys.
Rocío dice que no piensa marcharse y lo hace convencida como si su trabajo como cantante la sostuvieran firmemente a la arena de playa , otro de sus pilares más importantes.
Ahora, entre actuación y actuación, la madrileña ha sacado tiempo para llevar a cabo su propia empresa, un negocio de máquinas de vending y alquiler de apartamentos totalmente opuesta la mundo de la música. "A Madrid solo volveré por vacaciones, para ver a mi familia. Allí el tema musical está muy mal y aquí estoy muy bien puesto que soy la única cantante de soul de aquí". Y así, su voz se va apagando a través de la línea de teléfono pero su música seguirá sonando en los locales de la provincia e incluso fuera de ella, en Madrid, en Sudáfrica y en todos los rincones de el mundo a través de plataformas digitales como Spotify donde tiene su propio perfil. Ahora, le toca seguir siendo feliz para continuar sobreviviendo.
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