Aarón lo cocinó y Ulloa se lo comió
La velocidad del extremo encontró su media naranja en el acierto del argentino, que vuelve a empatar con Joselu a ocho tantos en la lucha por el 'pichichi' · El Girona echa una mano: el liderato, a 3 puntos
PARECÍA un correcaminos. Aarón Ñíguez, que necesitaba un partido así para volver a sentirse importante, destrozó en velocidad a un Huesca que ya en el calentamiento había cimentado la muralla delante del meta Cabrero. Pero el ilicitano castigó los flancos oscenses. Corrió, galopó, esprintó y, si le dejan, todavía estaría trotando por la banda de un Mediterráneo que, como siempre, sufrió. Y Aarón encontró en Ulloa a su pareja perfecta. El argentino, estando donde sólo los delanteros goleadores saben, se comió los dos platos cocinados por Aarón, con guarnición de pichichi.
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