Abel se estrena con una igualada

El Deportivo se dejó dos puntos y la diferencia de goles particular con el Granada (2-2) en el debut de Abel Resino como entrenador del conjunto andaluz.

El equipo coruñés, que afrontó los últimos minutos con diez por expulsión del argentino Luis Fariña, se repuso de un tanto de Piti en la primera parte y controló la segunda hasta que su rival, que lleva dieciséis jornadas sin ganar, se encontró el empate y el premio delgolaverajeen una falta e incluso pudo llevarse el triunfo en el último ataque.

El partido se presentaba como una final para el Granada en el debut de Abel en el banquillo y el estreno de Emanuel Insúa y los andaluces se metieron antes en el encuentro que el Deportivo, dormido al mediodía.

El que lo aprovechó fue Piti, que recibió el balón en el área a los siete minutos, recortó a Sidnei, retrocedió hasta la frontal, se posicionó para el disparo y colocó un zurdazo con rosca a la derecha de Fabricio, que se estiró pero no llegó.

El Arabi, libre de marca, remató mal un centro del valencianista Róber Ibáñez al cuarto de hora y Lass desperdició en el minuto 28 un contraataque en el que el Granada había vuelto a descubrir las vergüenzas del Deportivo.

Los de Abel le dieron vida al equipo coruñés, que se levantó en el último tramo del primer periodo y le dio la vuelta al marcador. Empató con una acción que nació de un pase preciso de Álex Bergantiños a Oriol Riera que el delantero estrelló en el portero pero que recogió José Rodríguez a tiempo para marcar.

El centrocampista participó también en la jugada de la remontada, un acto de fe del defensa brasileño Sidnei, que protagonizó una de sus subidasa, sirvió el esférico a Rodríguez, acompañó la jugada, recibió el balón en el punto de penalti y Lucas Pérez, en su vuelta al once, finiquitó el ataque con éxito.

El Deportivo, que llegó al descanso con menor posesión que el Granada, recuperó el esférico en el segundo periodo, en el que controló los tiempos y manejó el partido prácticamente a su antojo porque el Granada apenas era capaz de inquietarle.

Pero el equipo de Víctor Fernández no finiquitó el encuentro en un disparo de Cavaleiro que atajó Oier ni en un par de acciones del argentino Luis Fariña.

El Granada, que apenas había hecho nada en el segundo tiempo, resurgió a balón parado y, con el acierto de Róber Ibáñez, rescató un punto y el golaveraje.