Adiós a la opulencia

Fórmula 1 l Campeonato del Mundo 2009

La crisis ha conllevado un severo recorte en los presupuestos de las escuderías, que se ahorrarán un 30% de gasto con las nuevas reglas · Honda se ha retirado y muchos patrocinadores se han fugado

Claas Hennig (Dpa) / Melbourne

28 de marzo 2009 - 05:02

Los efectos del tsunami financiero han alcanzado al imperio de la Fórmula 1 que domina Bernie Ecclestone. La marcha de Honda y la fuga de patrocinadores han hecho que la categoría reina del motor ponga los pies sobre un mundo de posibilidades limitadas.

Todos sienten las consecuencias: despidos en los equipos, las escuderías viajan en clase económica en lugar de en business, las presentaciones de los coches se hicieron sin pompa, las fiestas se cancelaron. En el exclusivo paddock club en los circuitos quedan plazas libres para VIPS y gente de negocios. Y los organizadores de la carrera en Australia, primera de la temporada, temen un descenso de espectadores y, por consiguiente, más pérdidas.

Esa sociedad acostumbrada a vivir a cuerpo de rey debe ser humilde. "Hemos vivido en un mundo que no volveremos a vivir", opina Katja Heim, socia de Ecclestone y responsable del marketing de varios circuitos con su agencia KHP. "Serán dos años duros para la Fórmula 1", aventura.

Los presupuestos de los equipos de más de 400 millones de euros forman parte del pasado. Max Mosley, como presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, se apropió desde hace tiempo del papel de comisario de ahorro y lamenta la "cultura del despilfarro", de la que culpa a los fabricantes, los caballos que tiran de la Fórmula 1 desde el punto de vista económico.

Pero la crisis mundial ha hecho que la Fórmula 1 se dé cuenta de la realidad que aventuraba Mosley, y ha puesto freno a los gastos. Las ventas se hunden, el número de despidos y de trabajadores temporales crece. En las oficinas de dirección cada vez es más difícil justificar el gasto en el automovilismo.

"BMW gasta hoy con su equipo de Fórmula 1 ya el 40% menos que en 2005, cuando suministrábamos motores a Williams", señala el jefe deportivo de BMW, Mario Theissen, sobre el primer éxito de ahorro en su equipo.

La necesidad une: los diez equipos van a ahorrar un 30% este año gracias a los grandes cambios en el reglamento y las restricciones en el uso de motores y en los tests, unos 1.000 millones de euros menos que el año pasado. En 2010 los gastos serán un 50% más bajos que en 2008.

Se debe encontrar el equilibrio entre sanear y ahorrar demasiado, hasta el punto de llegar a la desaparición. Mosley y el Consejo Mundial de la FIA fueron más allá que la FOTA (asociación de equipos) con las medidas aprobadas la pasada semana para la temporada 2010, entre las que se prevé limitar voluntariamente el presupuesto a unos 32 millones de euros a cambio de tener más libertad técnica que los equipos con medios ilimitados.

Si eso ayuda a mantener equipos en la Fórmula 1 o a ganar unos nuevos está aún por ver. Mucho depende de los patrocinadores. El año clave será 2010, cuando la crisis golpee de manera rotunda. Ya en la temporada que está a punto de comenzar en Australia el domingo se esperan 80 millones de euros menos de los patrocinadores, según el portal motorsport-total.com. Y la tendencia es seguir bajando.

Sobre todo, los bancos huyen, y ya se anunció la salida de los golpeados Bank of Scotland (Williams) e ING (Renault), participados en parte por los Estados británico y holandés, respectivamente.

Los protagonistas están aún, sin embargo, convencidos de los efectos provechosos de la Fórmula 1. "Una campaña de publicidad con un efecto comparable hubiera costado mucho más que nuestro gasto en Fórmula 1", aseguró el director deportivo de Mercedes, el alemán Norbert Haug.

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