La UD Almería afronta el domingo (14:00) ante el Granada CF un partido crucial en el devenir del equipo en la presente campaña y lo hace sin tener entrenador rebasado el mediodía del jueves. El club decidió retrasar la sesión matinal de entrenamiento prevista reubicándola para la tarde con la idea de ganar tiempo para finiquitar el contrato de Vicente Moreno y poder firmar a su sustituto, pero la negativa de Javi Gracia a hacerse con las riendas avanzada por El Chiringuito estaría demorando la incorporación.
Nombres de candidatos no faltan y ya han saltado a la palestra los de Carlos Carvalhal (ex Celta), Raúl González (Castilla), que fue tentado por el Villarreal hace unas semanas o Julio Velázquez, pero aunque el portugués parece partir con cierta ventaja por su experiencia, lo cierto es que a esta hora no habría nada decidido. Lo malo es que el tiempo avanza y el derbi ante el cuadro nazarí está a la vuelta de la esquina.
En juego estará la primera victoria de la temporada, que podría significar un punto de inflexión en un plantel confeccionado para lograr la permanencia sin tanto sufrimiento como el curso pasado y que tras siete jornadas sin ganar ha visto comprometido el objetivo.
En caso de no firmar a ningún técnico antes del domingo las opciones que baraja la entidad pasan por darle la oportunidad al técnico del filial Alberto Lasarte (parece la opción más razonable) u optar por la dupla Víctor Fortes-Ricardo Molina, que el miércoles se hicieron cargo del entrenamiento ante la marcha del staff de Moreno.
La duda podría despejarse en la sesión a puerta cerrada prevista para las 18:00 horas de este jueves. La normativa permite que el club esté un máximo de dos jornadas sin presentar un nuevo entrenador, pero la intención es firmar al nuevo preparador lo antes posible, si bien Turki Al-Sheikh y su equipo de colaboradores quieren acertar sin dar otro paso en falso que podría ser fatal.
Y de fondo late la fractura social vivida tras la goleada en el Pizjuán y simbolizada en los grupos de aficionados que acudieron al aeropuerto y al Estadio para pedirle explicaciones a los jugadores. Los ánimos, muy tensos, parecieron calmarse con las justificaciones de los futbolistas, pero un mal partido ante el Granada podría dirigir los pitos al palco por primera vez desde el aterrizaje del jeque saudí en la propiedad.
En el seno de la entidad no son ajenos a esta realidad y quieren evitar un estallido de descontento entre la masa social en la creencia de que hay plantel con la calidad suficiente como para revertir la situación a poco que al nuevo técnico le salgan las cosas. No en vano Las Palmas, que ahora marca la permanencia, está solo a 3 puntos de distancia pese al horripilante arranque liguero. Ganar al vicecolista el domingo se hace primordial. Y mientras tanto Rubi comiendo palomitas en Vilassar de Mar...
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios