Concluida la temporada con el sinsabor de la eliminación ante el Girona por segunda vez consecutiva, es hora de reconstruir la plantilla para confeccionar el tercer proyecto de Turki Al-Sheikh para lograr la meta de ascender a Primera División. La UD Almería tiene una ventaja que a su vez puede representar un inconveniente, ya que en la actualidad cuenta con nada menos que 32 futbolistas con contrato en vigor. 

En el plano positivo se cuenta con una base amplia para formar el nuevo equipo, si bien el en aspecto negativo la dirección deportiva se verá obligada a hacer un 'lifting' para quitarse demasiado tejido adiposo que viene arrastrándose. Solo un jugador, el capitán Iván Balliu, cumple contrato en el presente mes de junio, y no parece nada segura su continuidad a día de hoy.

Al menos eso se desprende de sus declaraciones tras el duelo frente al conjunto de Francisco, que sonaron a despedida al igual que su mensaje a la afición en redes sociales. Fue el primer fichaje de la era Al-Sheikh y tiene mucho peso en el vestuario, pero su renovación no parece prioritaria para el club. 

De los ocho cedidos que han pertenecido el recién concluido curso a la disciplina rojiblanca la mayoría volverá a sus clubes de origen. Son los casos de Ivanildo (Sporting Portugal), Villalba (Birmingham), Brian Rodríguez (Los Ángeles FC), Carvalho (Nottingham Forest) o Schettine (Sporting Braga), mientras que por Cuenca y Morlanes (Villarreal), así como por Samú Costa (Braga), la UDA realizará un esfuerzo.

Sobre ambos mediocentros tiene opción de compra. En el caso del luso se ejecutará, pero no está claro si para que continúe una temporada más o para hacer caja este verano dada la cohorte de novias que tiene. También se estudia comprar a Morlanes (el jugador con la ficha más alta del vestuario), si bien el Villarreal se guardó un mecanismo de recompra y parece ser que Unai Emery quiere que haga la pretemporada a sus órdenes. Con Cuenca, por último, se intentará ampliar la cesión un año más. 

Hay jugadores como Samú, pero también Umar Sadiq y Sergio Akieme (ya se abonó al Barça la cantidad estipulada para quedárselo en propiedad) a los que la entidad pondrá en el escaparate del mercado este verano para intentar hacer caja al estilo de Darwin el curso anterior.

Otro problema que debe solventar el área deportiva es el de los trece jugadores que están o han estado a préstamo en otros equipos, un largo listado en el que figuran nombres como Ibiza, Peybernes, Rahmani, Appiah, Aguza, Vada, Jonathan Silva, Rubén Enri, Rosic, Fran Callejón, Cristian Olivera, Jero Lario o Iván Martos. 

Todos ellos poseen contato en vigor y solo uno, Iván Martos, tiene opciones reales de salir en caso de que el Rayo Vallecano ascienda a Primera, ya que los madrileños poseen compra obligatoria en esa hipótesis. El Betis también debe decidir si compra o no al canterano Fran Callejón. 

Del resto el Almería trabaja por rescindir algunos vínculos, como puede ser el de Peybernes, mientras que otros como Ibiza, Rahmani, Appiah, Aguza, Vada o Jonathan Silva podrían ser aprovechables a expensas de lo que determine Rubi en pretemporada. Muchos de ellos, en cualquier caso, tendrán que hacer nuevamente las maletas para marcharse a préstamo otra vez. 

Por último, está por ver cuántos de quienes tienen contrato en vigor aparte de los ya citados cuentan realmente para la campaña 2021-2022. En ese grupo se encuentran los guardametas Fernando y Makaridze, los defensores Buñuel, Centelles, Maras y Chumi, los centrocampistas Petrovic, De la hoz, Robertone, Juan Manuel Gutiérrez y Dani Albiar, los extremos Lazo, Corpas y Ramazani o los delanteros Juan Villar y Jordi Escobar.

Mohamed El Assy, CEO rojiblanco y director deportivo, así como Joao Gonçalves, asesor del club en materia de fichajes, tiene mucho trabajo por delante en el mercado veraniego.