Preocupante y contemplativa primera mitad la desplegada por la UD Almería ante un Elche que se presentó en el Power Horse dispuesto a vender caro su descenso matemático a Segunda División. Los fantasmas del Alcorcón revolotearon el recinto rojiblanco desde el mismo arranque del partido, cuando los de Rubi se vieron sorprendidos por el empuje sobre el área de Fernando ordenado por las huestes de Beccacece, que ya en la primera acción buscaron pisar los dominios del arquero murciano.

Desorientados, los locales estuvieron fuera del partido prácticamente todo el primer acto, a merced de un Gumbau que se agigantó como un coloso en el centro del campo para recuperar todos los intentos de armar jugada de forma frustrante de la sala de máquinas local, en esta ocasión integrada por el tridente De la Hoz-Robertone-Melero. 

Los ilicitanos observaron pronto que el flanco débil estaba en la banda de Pozo y por ese costado volcaron su ofensiva sin disimulo. Su impetuoso arranque casi encuentra el premio del gol a los 8 minutos de juego, cuando una pérdida en la salida al hacer una mala entrega Ely para Robertone provocaba el robo de Gumbau y que el propio futbolista catalán culminase el ataque con un zurdazo que se marchaba algo desviado. 

Apenas dos minutos después era Lucas Boyé quien probaba fortuna con otro zurdazo tras una combinación con Pere Milla y en el 12' Fidel no llegaba por muy poco a rematar en el segundo palo una falta bien tocada por Gumbau, omnipresente en el Elche.

Los almerienses, desarbolados, se desquitaron con una internada en el área de Embarba frenada por Magallán en la que pidieron posible penalti -el central se anticipa tocando balón-, aunque en el ecuador iban a adelantarse de forma inopinada gracias a la suerte que este curso mejor dominan: el saque de esquina.

Si el Cádiz lleva camino de salvarse a base de saques de banda, el Almería va a hacer lo propio con los córners. Esta vez lo sacaba Embarba y en primera instancia era despejado por la zaga visitante, pero Ely prolongaba hacia atrás, donde su compatriota Baptistao metía la punta de la bota para batir a Werner y elevar el quinto tanto a su cuenta personal, décimo logrado por el equipo desde el quesito. 

El gol, no obstante, no mejoró el caudal de juego indálico. Más bien siguieron a verlas venir y en el 33' Gumbau pudo restablecer la igualada a pase de Boyé, pero su remate se marchaba alto. Luego, en el 40', Fidel veía cómo le anulaban el posible 1-1 al recibir el pase cuando el esférico había rebasado claramente la línea de fondo. 

Embarba lograba el tranquilizador 2-0 tras el descanso

El discurso de Rubi al descanso debió surtir efecto porque los almerienses saltaron con mejor disposición a afrontar el segundo periodo. Josán debió resultar expulsado a las primeras de cambio por derribar a Luis Suárez cuando el colombiano metía la directa hacia la meta de Werner, pero el amago de consulta al VAR de Hernández Hernández se quedó en eso, un mero disimulo. 

Luego Embarba probaba fortuna con un chut de falta directa que el arquero argentino del Elche enviaba a córner, acción que iba a propiciar el 2-0. El saque de esquina fue defectuosamente despejado otra vez por la retaguardia franjiverde y Embarba estuvo listo para cazar el balón en el balcón del área, recortar a Gumbau y fusilar raso a Werner. El madrileño materializaba su segundo tanto de la campaña y volvía a evidenciar su buena estrella como local, apagada lejos de casa. 

En plena vorágine ofensiva unionista, Baptistao desperdiciaba el 3-0 a arco vacío tras un buen pase atrás de Luis Suárez, que había logrado robar el esférico en línea de fondo y burlar a defensa y portero con un giro de cadera. El 'cafetero' olía la sangre y en la acción siguiente presionaba a Clerc para forzar la recuperación y que Centelles disparase finalmente algo desviado. 

El duelo se apaciguó un poco en los minutos siguientes, hasta que de nuevo apareció el misil que tiene Embarba en su pierna diestra para lanzar un obús desde fuera del área que repelía el poste mientras Werner hacía la estatua. Pero como al Almería le gusta sufrir, en el 90' una relajación defensiva permitía un centro de Nico por la izquierda para que Ponce remachase de cabeza en el primer palo el 2-1 y provocase la angustia en los 4 minutos de prolongación, por fortuna sin lamentar males mayores.

La victoria resulta vital para el Almería y mortal para el Elche. Los locales se proyectan a 36 puntos en la tabla y dan un paso de gigante hacia la permanencia a expensas de que acompañen el resto de resultados de la jornada, mientras que los visitantes consuman de forma matemática el descenso a Segunda. En Almería celebraron un ascenso y en Almería lloran también un descenso.