No hay mayor campo para la imprevisibilidad que el del fútbol. Y pocos en el que el estado de ánimo sobresalga tanto. Se comprobó con un Almería en estado de gracia que realizó un partido cuasi perfecto. Destacaba Rubi ayer que en las derrotas previas, incluso en la debacle en Bilbao, su equipo comenzó bien los partidos, sin terminar de aprovechar las –pocas– ocasiones que tenían. Este mediodía todo cambió con ese robo de Embarba y el posterior tanto de Robertone. El Almería estuvo imperial en el aspecto defensivo (en todas las zonas del terreno de juego), la medular local se impuso a la visitante y los goles cayeron con una facilidad pasmosa, dejando la sequía en 402 minutos.

Se atisbaban modificaciones en el once rojiblanco, agitando Rubi el mismo con hasta media decena de cambios respecto a los que actuaron en el nuevo San Mamés: De la Hoz, Melero, Baptistao, Embarba y Touré. Kaiky, Samu, Portillo Ramazani y Vinicius fueron los damnificados. Todo ello con el marcado 1-4-1-4-1 que tan bien le funcionó la pasada temporada. Los cinco fueron fundamentales, pero destacaron Baptistao y Embarba, dando otro aire totalmente diferente al frente de ataque, mostrando versiones personales totalmente diferentes a las vistas hasta ahora. Iraola, por su parte, introdujo a Diego López, Unai López, Pathé Ciss y Salvi Sánchez, quedando los dos últimos posteriormente señalados al quedarse en el vestuario al descanso.

Rubi introdujo media decena de modificaciones: De la Hoz, Melero, Baptistao, Embarba y Touré

El debut del meta lucense con el conjunto madrileño no pudo salirle peor. En el 6' un excelso Embarba robó y lanzó a Baptistao para avisar con un fuerte disparo al palo izquierdo de Diego López. Al minuto siguiente Lejeune asistió al gallego y éste, incomprensiblemente, repitió a su compañero, quedándosele corto el pase. Embarba, de nuevo, robó aprovechando la presión alta, Diego López le hizo penalti y Robertone, que tenía muchas papeletas para haberse quedado en el banquillo, empujó a las mallas.

Baptistao fue uno de los futbolistas más destacados del partido

Cualquier posible runrún que pudiese influir en el aspecto psicológico del Almería se borró de un plumazo al adelantarse los suyos por segunda vez en la temporada y, sobre todo, por darle continuidad a un arranque fulgurante. Pasado el cuarto de hora, Embarba volvió a botar de manera perfecta un saque de esquina y Babic voló para imponerse en la marca a Pathé Ciss y rematar picado al palo izquierdo de Diego López. Era el 2-0 y un Almería en sus horas más bajas de los últimos años acabó gustándose. Un Almería coral en el que toda pieza rindió a un nivel sobresaliente, de matrícula de honor en el caso de jugadores como Baptistao y Embarba.

La versión defensiva fue totalmente otra a la de jornadas anteriores, con Babic liderando la zaga

Si en el aspecto ofensivo el Almería funcionaba, en el defensivo volvió a esa contundencia mostrada en agosto. Y lo hizo en diferentes situaciones, tanto presionando alto, como cuando juntaba líneas en campo propio, con el lunar de algunas jugadas a balón parado. Babic se puso de nuevo el traje de mariscal para comerse a Camello y a todo aquel que osaba a dejarse caer por esa zona. El equipo de Iraola pudo recortar distancias en un saque de esquina en el que Unai López remató con la testa libre de marca, despejando Fernando para consolidarse en el once y aparcar un absurdo debate surgido en las últimas semanas.

Contestó entonces el Almería, primero con una llegada de Mendes y después con el 3-0, que dejó sentenciado el encuentro en el 38', realizando en media hora casi los mismos goles que en las siete jornadas previas. Llegó en otro saque de esquina botado por Embarba. Tras un despeje visitante, De la Hoz volvió a meter el esférico en el área, Babic la pinchó y Akieme la puso en el corazón del área para que Melero cabecease y Touré la tocase para estrenarse como goleador rojiblanco. Más allá del gol, el maliense también ofreció otra imagen totalmente diferente, con una potencia interesante para contragolpear. El Almería estaba lanzando y pudo hacer el cuarto en una transición finalizada por Embarba. El Rayo tuvo alguna oportunidad, como la del cabezazo de Pathé Ciss en otro córner, pero no era más que una isla pequeña dentro del gigantesco mar que construyó el Almería, que supo aprovechar los espacios, pero también tener el balón, borrando el centro del campo visitante.

El Almería anotó en media hora casi los mismos goles que en las siete jornadas previas

Lo intentó justo antes del descanso Camello con un duro zurdazo cruzado, despejando Fernando a córner, e Iraola desde la caseta al introducir un triple cambio con mayor calado ofensivo que de poco le sirvió, puesto que en el segundo acto volvió a verse un Almería dominador en todas las zonas del campo. Es cierto que bajó una marcha durante algunas fases, algo normal tanto por el resultado como por la alta velocidad en la que jugó durante la primera mitad. Baptistao buscó el cuarto en el 53' con un disparo al lateral izquierdo de la meta de Diego López. El poderío mostrado por uno equipo no tenía nada que ver con el otro: Fran García, por ejemplo, pisó línea de fondo para poner un buen centro al que nadie llegaba. El Almería, por su parte, creaba peligro cada vez que pisaba zona de finalización.

La afición volvió a disfrutar mes y medio después

Rubi quiso que jugadores como Pozo se sintiesen cómodos en ese ecosistema creado por Rubi que hoy funcionó a la perfección. El sevillano, de hecho, también se acercó al gol con un peligroso disparo pasado el ecuador del segundo acto. El Rayo buscó todo el rato a Bebé, pero Mendes se comió al caboverdiano. Fue a balón parado donde recortó distancias. Era el minuto 80 y Catena cabeceó dentro de las mallas un saque de esquina, faceta donde más sufrió el Almería durante todo el partido. No dejó el Almería que se creciese en exceso el Rayo, buscando incluso el cuarto con Eguaras lanzando para aprovechar la velocidad de Ramazani. La expulsión de Embarba en el 87' por doble amarilla y los ocho minutos de descuento provocaron que el Almería tuviese que achicar agua en los últimos minutos, con un disparo de Bebé al travesaño. Los tres puntos se quedaron en casa en un encuentro en el que Baptistao y el propio Embarba asumieron esa responsabilidad que pedía Rubi. No fue la victoria el único botín logrado hoy, sino voltear una situación casi crítica para volver a creer, saliendo del descenso con siete puntos y callando Rubi ciertas críticas.