El Almería volvió a dejar la sensación de que le falta una marcha más para poder doblegar a los 'iguales' de la zona noble de la tabla. Con el partido encarrilado tras el gol de Sadiq, un desajuste defensivo permitía el empate perico y luego Makaridze impedía que volteasen el marcador al detenerle una pena máxima a Raúl de Tomás tras piscinazo consentido por el árbitro y el VAR. 

Gomes optó por rescatar del ostracismo a Ager Aketxe, que acumulaba cinco jornadas sin aparecer por el once inicial (desde el duelo ante el Alcorcón) para concederle la titularidad partiendo desde el costado diestro y manteniendo a Robertone una jornada más como enganche. 

La premisa de partido del técnico portugués quedó bastante clara desde los instantes iniciales, atacar las bandas con carrileros que ejercieron más como extremos que como laterales, al punto incluso de llegar a fagocitar en su ímpetu ofensivo a Lazo y Aketxe, bastante desdibujados en el primer acto. 

Sergio Akieme demostró el plan de juego a los cinco minutos en una internada por el flanco zurdo plena de potencia física en la que lograba apurar la línea de fondo para poner atrás el balón a Aketxe, cuyo golpeo se topaba con la zaga rival en la primera acometida rojiblanca. 

La siguiente jugada con cierto peligro de los locales iba a llegar por la banda contraria y esta vez era Balliu quien alcanzaba la línea de cal para hacer bueno un gran pase al espacio de Morlanes y poner el esférico en el corazón del área, donde no encontraba rematador.

Akieme se proyectó mucho en ataque

El propio jugador catalán sacaba a los pocos minutos un buen centro al segundo palo, donde aparecía Akieme, su homólogo en el carril contrario, para rematar de cabeza a las manos de Diego López en otro acercamiento que simbolizó más si cabe la estrategia de salida de Gomes. 

En este primer acto el Espanyol se limitó a aguardar el fallo del rival o esperar su ocasión en algún despiste, circunstancias en las que los de Vicente Moreno son letales dada la gran calidad de sus efectivos en ataque. Pudo tenerla Raúl de Tomás a los 12 minutos de juego, pero Balliu aparecía providencial al corte cuando el ariete perico podía quedarse solo para definir. 

Ya en la prolongación del primer tiempo los jugadores del conjunto catalán reclamaron penalti por mano de Morlanes. Lo cierto es que el balón golpea en el brazo del centrocampista maño de forma involuntaria y sin cortar la trayectoria del mismo, por lo que tras consultarlo con el VAR, Gálvez Rascón optaba por no conceder la pena máxima, si bien conviene hacer constar en acta que otras muy parecidas sí se han señalado a lo largo del presente curso. 

De Tomás asiste para que Dimata convierta el 1-1

El duelo demandaba mayor protagonismo de jugadores como Lazo, Aketxe o Robertone y el argentino dio un paso al frente nada más arrancar la segunda mitad. El ex de Vélez metía un buen balón al hueco para que Sadiq atacase el espacio y el nigeriano, tras recibir con la diestra y 'cuerpear' con Calero para proteger el balón, terminaba definiendo con la zurda ante la salida de Diego López para subir el 1-0 al marcador. 

La alegría duró apenas siete minutos, el tiempo que tardó De Tomás en sacar su clase a relucir dentro del área. El delantero madrileño recibió un buen pase de Darder y desbordó a Maras antes de ponerle el balón en la cabeza a Dimata para que la empujase a la red en línea de gol. 

Gálvez Rascón debía arrastrar mala conciencia por la mano no señalada a Morlanes y en la primera acción dudosa en el área indálica pitó penalti a favor del Espanyol pese al claro piscinazo de De Tomás al más leve roce de Buñuel, que había sustituido a un renqueante Balliu al descanso. El VAR ni se inmutó. Makaridze hizo justicia deteniendo la pena máxima al adivinar la trayectoria del golpeo. 

El empate, unido a la igualada previa del Leganés ante la Ponferradina (1-1), permite al Almería conservar el tercer puesto de la tabla clasificatoria una jornada más con la distancia de tres puntos intacta sobre los pepineros, y solo lima un punto con el Mallorca (que tiene además ganado el gol average particular) a falta de siete jornadas para el término de la liga regular. El play-off ya es irremediable.