El día en que el Almería regaló en bandeja una permanencia al Espanyol

Los favores en el fútbol suelen hacerse con la esperanza de que a la vuelta de los años, por muchos que pasen, puedan devolverse. Rebuscando en los archivos emerge un antecedente en el que los protagonistas del choque del próximo domingo en Cornellá tenían los papeles intercambiados.

Hay que remontarse a la penúltima jornada del curso 2008-2009, fecha a la que la UD Almería, a las órdenes de Hugo Sánchez, llegaba con los deberes hechos, mientras que el RCD Espanyol necesitaba ganar en el Estadio de los Juegos Mediterráneos para no verse abocado a una última jornada agónica.

El partido en clave local se recuerda porque fue la despedida ante la afición indálica de un hito como Álvaro Negredo, pero en las filas blanquiazules la imagen es igualmente grata, ya que se marcharon de tierras almerienses con la permanencia certificada de forma matemática. Las crónicas de la época hablan de una UDA relajada que acabó siendo goleada por el cuadro catalán, con doblete de Iván Alonso y un tercer tanto con la firma de Coro.

A modo de anécdota, Luis García, actual preparador del conjunto perico, formó aquel día como delantero titular del Espanyol, que estaba dirigido por el argentino Mauricio Pochettino y en sus filas también alineaba al malogrado Dani Jarque.

El preparador mexicano alineó para aquel encuentro a Diego Alves bajo palos, con Bruno Saltor, Pellerano, Carlos García y Mané en defensa, Soriano e Iriney en el doble pivote, Juanma Ortiz y Albert Crusat en los costados y la dupla ofensiva formada por Kalu Uche y Álvaro Negredo.

Era la segunda campaña del plantel en la máxima categoría tras el ascenso cosechado un par de campañas antes por Unai Emery. Gonzalo Arconada arrancó aquel proyecto, pero solo duró 16 jornadas, siendo destituido al no congraciarse con los pesos pesados del vestuario.