El Almería sufre un 'barbastrazo' copero y cae eliminado (1-0)
UD BARBASTRO 1-0 UD ALMERÍA | Copa del Rey
Los rojiblancos, elminados por un rival de 2ª RFEF, recuerdan en tierras oscenses los fiascos de otras temporadas ante Tamaraceite o Arenteiro
Un solitario gol de Franky de cabeza en una acción a balón parado mal defendida por los almerienses decantó el partido
La unidad B evidenció una pavorosa falta de nivel y la entrada de los titulares en la segunda mitad tampoco arregló el desaguisado
Garitano: "Es un día difícil y de desprestigio total"
Almería/Barbastro se suma al ideario copero colectivo almeriense como lo hicieran con anteroridad Tamaraceite o Arenteiro. El Almería tiene lo que tiene y no da para más. En un campo Municipal de los de toda la vida, con césped natural ni muy bueno ni muy malo, Gaizka Garitano tiró de unidad B para prevenir lesiones y lo cierto es que los menos habituales no respondieron sobre el campo ante un rival que les superó en ilusión y actitud. Esas cualidades le bastaron a los locales para adelantarse en el marcador poco antes de la media hora de juego en una acción a balón parado.
Gonpi, su jugador con más clase, botó una falta al segundo palo, donde Centelles permitió la prolongación hacia la zona central. Allí irrumpió Franky como un obús comiéndole la espalda a Marciano para cabecear a la red delante de las narices de Mariño el 1-0. La aparatosa venda que lucía al producirse una brecha en la ceja minutos antes no impidió que el lateral zurdo del cuadro altoaragonés ganase la partida ante la pasividad de la zaga indálica. De poco sirvió el aviso a los 3 minutos de juego con otro cabezazo de Jaime Ara tras falta lateral detenido en esa ocasión por Mariño.
Con todo, lo peor no era eso, sino la sensación de impotencia y esterilidad para crear juego exhibida por los de Garitano. El doble pivote Baba-Lopy no es el más adecuado para esos menesteres y Puigmal, en la labor de enganche con la delantera, tampoco estuvo inspirado. Todo ello motivó que las inertes acciones de ataque se volcasen por las bandas de Lázaro y Marciano, si bien Rachad, en punta, estuvo muy desasistido.
El brasileño fue el más activo en el aspecto ofensivo. A los 9 minutos envió un balón al segundo palo que no llegó a rematar Marciano por poco. Luego, en el 26', probó fortuna con un disparo desde fuera del área que se le marchaba raso junto al poste de la meta defendida por Arnau.
Hasta el minuto 43' no iba a llegar el primer disparo entre los tres palos de los almerienses, un tiro lejano de Marciano sin problemas para Arnau. Ya en el descuento del primer acto de nuevo Lázaro probaba fortuna desde lejos, otra vez manso a las manos de Arnau. La afición local disfrutaba con el 1-0, al punto de que el club tuvo que pedir por megafonía a sus seguidores que no menosprecisaen al rival tras proferir cánticos de "a Segunda, oé".
La 'garitana' al descanso debió ser de órdago porque la actitud de los rojiblancos a la vuelta de vestuarios fue distinta, con algo más mordiente. En ello influyó el triple cambio realizado, dejando en la caseta a Mendes, Marciano y Rachad (muy verdes los canteranos) para dar entrada a Pozo, Arribas y Baptistao. Nada más reiniciarse el duelo, el brasileño volvía a evidenciar la mala racha que arrastra en las últimas jornadas de cara al gol al mandar al palo un remate a bocajarro tras centro de Centelles por su costado.
El Barbastro no se amilanó y su respuesta fue una jugada personal de Javito que bien pudo acabar en el mejor gol de la jornada copera. El centrocampista local se marchó en velocidad de Kaiky, a quien sentó ya dentro del área con la cadera rota, y luego se entretuvo en la definición desperdiciando hasta tres oportunidades para fusilar a Mariño y marrar una ocasión pintiparada para el 2-0.
La consecuencia para Kaiky, a un nivel bajísimo durante todo el encuentro, fue su sustitución por Robertone, pasando Baba al eje de la defensa con Chumi. Con el argentino en el campo mejoró algo la circulación de pelota, pero la diferencia radicaba en que el Barbastro mordía mientras el Almería levitaba. Prueba de ello fueron las tres amarillas acumuladas por los locales en acciones de meter pierna, mientras la única que veían los visitantes era por una protesta de Édgar realizada desde el banquillo ante una dura entrada de Israel sobre Ramazani.
En la recta final, lejos de rozar el empate que forzase una agónica prórroga, el Almería estuvo más cerca de encajar el 2-0 ante las constantes acometidas locales gracias a una triple sustitución que dio oxígeno físico a los dirigidos por Daniel Martínez, siendo particularmente activo en las acometidas Sule. En los instantes finales el duelo se puso feo por la agresividad mostrada por los locales ante la permisividad arbitral, lo cual no condicionó el resultado.
Con la derrota, el Almería (primer eliminado de la máxima categoría) pone otra clavo dentro del ataúd que está significando la temporada 2023-2024 para sus intereses. El Barbastro, que se medía por primera vez en su historia a un equipo de Primera Divisón, seguirá escribiéndola en la tercera eliminatoria copera. La localidad oscense recordará la gesta de los chicos de Daniel Martínez, que humillaron a un Almería de capa caída que sigue sin levantar cabeza.
Ficha Técnica
UD Barbastro: Arnau, Val, Franky Carbonell, Bautista (Prat, 62'), Mingotes, Javito, Jaime, Israel (Arnedillo, 86'), Rausell (c) (Soule, 62'), Gonpi (Requés, 90') y De Mesa (Crespo, 62').
UD Almería: Mariño; Mendes (Pozo, 45'), Centelles, Chumi (c), Kaiky (Robertone, 56'); Baba, Lopy, Puigmal (Ramazani, 70'), Lázaro; Marciano (Arribas, 45') y Rachad (Baptistao, 45').
Gol: 1-0 (28'). Franky cabecea a la red anticipándose a Marciano una acción a balón parado botada por Gonpi.
Árbitro: García Verdura (catalán). Asistido en las bandas por Méndez Mateo y Vilaseñor Julián. Amonestó a Rausell (60'), Franky (68'), Israel (74'), Édgar (75', estando en el banquillo), Val (85'), Crespo (88'), Prat (89'), Jaime (91') y Ramazani (91').
Incidencias: Encuentro correspondiente a la segunda eliminatoria de la Copa del Rey disputado en el campo municipal de Barbastro ante algo más de 2.500 espectadores (recinto lleno). Alrededor de una docena de aficionados almerienses en las gradas. Los visitantes lucieron la equipación negra para evitar coincidencia de colores con el conjunto local, que lució camiseta rojiblanca y pantalón azul.
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