El Barça no se apiada del modesto vecino
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El equipo de Guardiola, muy remozado con jóvenes del filial, se da un festín ante el Hospitalet · Iniesta, quince días de baja
La lesión de Andrés Iniesta, que estará quince días de baja por una rotura fibrilar, fue lo único negativo que le sucedió al Barcelona en el trámite copero que solventó ante el Hospitalet, que se marchó del Camp Nou con nueve goles encajados, nada menos.
En concreto, el genial jugador manchego sufrió una rotura del tercio medio del bíceps femoral de la pierna izquierda, que se produjo en el minuto 27 del primer tiempo, cuando una vaselina en el área y el meta visitante Craviotto lo arrolló.
El Barcelona regaló un saco de goles a su afición por Navidad, aunque la fiesta azulgrana parece no terminar nunca. Nueve goles a un tierno Hospitalet valieron la clasificación a octavos de Copa del Rey, en una nueva oda a La Masia culé y al fútbol que tanta felicidad ha traído este año al Camp Nou.
Quizá lo abultado del resultado pueda llevar a pensar que los azulgranas se ensañaron demasiado con su rival, pero todo lo contrario. Guardiola avisó que tan peligrosa era esta eliminatoria ante el humilde Hospitalet como la final del Mundial de Clubes ante el Santos.
Ya desde el once inicial, con un dibujo plagado de mediapuntas y un 3-6-1, en este caso con Pedro como hombre más avanzado, flanqueado a sus espaldas por Cesc, Iniesta y Xavi. Pero también en el respeto al rival. No especuló Guardiola y alineó a diez canteranos de partida, siete de ellos campeones del mundo.
Acostumbrado el Camp Nou al teatro del bueno, como aquella vez ironizó Mourinho cuando entrenaba al Chelsea, el partido del Barcelona fue un vodevil con todas las de la ley.
Si al Barca le gustan las manitas, esta vez a punto estuvo de hacer una en cada tiempo. A los cinco tantos de la primera parte sumó otros cuatro tras el descanso, todos ellos cocinados entre un par de chicos de La Masía que se mueren de ganas de cubrir la ausencia de Villa.
Vive el barcelonismo una Navidad eterna y por eso quisieron los de Pep poner un lazo a su regalo a la afición. Cuenca, a diez del final, torpedeó a un desesperado meta visitante, y a punto estuvieron los azulgrana de cuadrar el círculo. El décimo no llegó, pero al Barca parece haberle tocado un Gordo de una lotería que no acaba. Ya está en octavos.
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