De los rascacielos a un pueblo de cuento de hadas

Entrenador de fútbol sala

Sergio Mullor, en Qatar. / Diario De Almería
Pablo Laynez

10 de julio 2017 - 02:31

Cuando hace unas semanas Sergio salía del pabellón en el que entrenaba con la selección absoluta qatarí y miraba hacia arriba, no encontraba el sol, sino mastodónticos rascacielos construidos a golpe de petrodolar. Todo va a cambiar en el recóndito pueblo de Hungría al que se va a trabajar ahora, poblado de pequeñas casas con pintas de castillo e inmensas zonas verdes, a las que el propio clima estepario se encarga de mimar. El MVCF Berettyoujfalu, equipo representativo de esta localidad limítrofe con Rumanía, se ha hecho con los servicios del técnico almeriense para volver a ser el mejor de la liga húngara.

"El segundo entrenador de España, Fede Vidal, había estado allí y me recomendó. Es una buena oportunidad para conocer otro tipo de fútbol y me fascinó el lugar", que apenas ha conocido las maravillas que esconde, puesto que acudió en un viaje relámpago de dos días a firmar su nuevo contrato: "Es el club de un pueblo muy pequeño, pero que tiene todas las condiciones para ser grande. Me encontré total predisposición para trabajar y lo que más llamó mi atención es que el pabellón sólo tiene las líneas de fútbol sala, no es una cancha polideportiva en la que se juega también a voleibol o baloncesto".

Con estos condicionantes, a Sergio sabe que le van a exigir mucho. "He firmado un contrato de tres años para hacer un proyecto bonito. En este tiempo, vamos a intentar volver a la Champions y sumar algún título", para lo que tendrá pronto que hacerse con el idioma, puesto que en Hungría no todo el mundo domina el inglés con soltura: "Tendré un traductor, pero tengo claro que he de aprender lo más pronto posible palabras deportivas en húngaron para defenderme y que las órdenes se capten rápido en los partidos: defiende, ataca, aprieta...".

Sergio llega a esta oportunidad de trabajo más maduro, más crecido deportivamente después de la experiencia vivida en el emergente fútbol sala qatarí. "La compañía de mi cuerpo técnico en Qatar fue muy enriquecedora. Estoy más hecho a la hora de tratar con diferentes futbolistas. Trabajar con Thiago Polido, un entrenador portugués que lo ha ganado todo en Italia, ha sido una tremenda fortuna para mí", finaliza el técnico almeriense que tiene ante sí un proyecto ilusionante y que le puede catapultar a lo más alto de su deporte.

Hacer una escuela de fútbol sala con Luis Marín, uno de sus deseos

Sergio tiene muchos retos y muchos sueños todavía por cumplir, uno de ellos entrenar en Italia o llegar a la selección española. "Soy todavía muy joven e inexperto para ello, en esos cuerpos técnicos hay gente excelente de la que tengo que aprender", asegura el almeriense. Un objetivo que sí está más cerca, pero que tendrá una gran dosis de trabajo de por medio, es una escuela de fútbol sala. "Me gustaría formar tándem con Luis Marín, presidente del Club Deportivo Kiosco Luis Marín, y hacer un proyecto que llene los pabellones de Almería. En su día, Luis y yo nos propusimos que llegaríamos a la División de Honor con él como presidente y conmigo en el banquillo", dice en tono bromista, pero deseando que eso se convierta en realidad. Lo que está claro es que materia prima en Almería hay. "A nuestro deporte en la capital le ha faltado apoyo, hay mucha gente con ganas, pero faltan medios. En la provincia sí que se está trabajando bien. Tenemos que estar muy contentos con la salvación del Gádor en Segunda B, nadie apostaba por ellos y lo han conseguido. Igualmente, el Villa de Fines ha llegado a la categoría y el Club Deportivo Ejido puede hacerse con una plaza que se queda libre", finaliza el técnico.

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