FÚTBOL | SEGUNDA B

El CD El Ejido fima tablas con el Ibiza

  • Buen partido del equipo de Ruiz, que derrocha más carácter e intensidad, domina durante casi todo el duelo, pero no puede superar a una impecable defensa visitante (0-0)

Los capitanes con el trío arbitral.

Los capitanes con el trío arbitral. / D. A. (El Ejido)

Buenas sensaciones las que dejó el CD El Ejido ante la UD Ibiza en Santo Domingo, pero faltó el gol a los ejidenses para que se quedaran con un ansiado triunfo que hubiese sido el primero de este 2019 y de la segunda vuelta. Primera mitad de notable para los almerienses, que dominaron a un duro rival, aunque en la segunda mitad, fruto del desgaste físico, las fuerzas fallaron a los locales para haber sido algo más ambiciosos ante un oponente que no sacó a relucir en ningún momento su etiqueta de aspirante a luchar por la promoción de ascenso.

La imagen ofrecida por los ejidenses en la Nueva Condomina ante el Real Murcia no fue algo puntual. El equipo de Manolo Ruiz, que debutaba en Santo Domingo como técnico celeste, se hizo con el dominio del juego, se mostró más activo en ataque, con más movilidad de lo habitual en el centro del campo, pero se topó con un ordenadísimo rival que le privó de generar ocasiones claras de gol. Tampoco las tuvo el conjunto balear, que no estaba demostrando llevar 13 puntos más que los del Poniente almeriense en la tabla clasificatoria.

La afición, algo más numerosa que de costumbre por la iniciativa de la entidad de regalar una entrada por llevar una prenda celeste, estaba contenta con lo que estaba viendo sobre el terreno de juego, a un CD El Ejido más dinámica, contundente en defensa y liderado en la media por Jordan Sebban, al que se esperaba con ansia en Santo Domingo. El francés parece haber encontrado su sitio en el once y cuando juega cómodo el equipo celeste lo agradece. Y mucho. Los locales llevaron el mando del esférico, aunque no dieron prácticamente trabajo a Lucas.

Solamente cabe destacar un cabezazo de Javilillo en el 22’ que se marchó muy lejos de la meta ibicenca y que se pidió penalti diez minutos más tarde por un golpe a Emilio Cubo en la espalda. Tampoco tuvo problemas Aulestia, ya que en los primeros cuarenta y cinco minutos el Ibiza no tiró entre los tres palos, generando un ligero peligro en un par de balones colgados al área que se pasearon ante el portero local.Tras la reanudación, siguió un paso por encima, en lo que a dominio se refiere, el cuadro ejidense. Llevó la iniciativa, lo intentó más que su rival pero seguía sin abrir el marcador y el crono corría con el 0-0 y el riesgo de que un mínimo error local diese vida a los baleares. Ni Ruiz ni Palop estaban conformes con la situación que se estaba viendo sobre el terreno de juego y empezaron a mover ficha. El míster local dio entrada en el 60’ a Alfonso, que no jugaba desde que cayó lesionado el 6 de enero ante el Atlético Malagueño, mientras que su homólogo realizó una doble sustitución en busca de activar su parcela ofensiva, hasta el momento nula. Salió con muchas ganas el motrileño, que aportó más velocidad al ataque ejidense.

Entró el duelo en su recta final con dos equipos que pensaron más con la cabeza que con el corazón, conscientes también del cansancio, que no arriesgaron demasiado, pese a que a ambos les venía de perlas el triunfo para sus respectivos objetivos, sobre todo para los de casa, que no ganaban desde el 2 de diciembre. Los almerienses lo intentaban, pero se toparon una y otra vez con una defensa ibicenca sublime. Santo Domingo ansiaba una victoria, pero la grada celeste supo reconocer el trabajo que estaba realizando su equipo, pese a que no se viese reflejado en el luminoso. El CD El Ejido tuvo carácter, impuso intensidad, neutralizó la salida de su oponente y cometió muchísimos menos errores que hace unas pocas semanas.

Los ejidenses seguirán una semana más en puestos de descenso, a un punto de la salvación

Una igualada, ante un aspirante al play off, podría darse por buena, pero las urgencias clasificatorias obligaban a los ejidenses a ganar. Y lo intentaron hasta el final. Ruiz dio entrada a Kiu, que se ganó la ovación de un público al que se ha metido en el bolsillo en muy poco tiempo. El técnico jerezano confió en el juego eléctrico del coreano para los últimos compases de una contienda que finalmente acabó con un reparto de puntos justo, si se tienen en cuenta las ocasiones generadas, que fueron bien pocas por ambos bandos, pero que deja peor sabor a los del Poniente, que jugaban en casa y que hicieron un esfuerzo mayor que sus contrarios por quedarse con el botín completo. Con este empate, los almerienses seguirán una semana más en puestos de descenso.

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