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Chiringuitos y barcas sobre la arena para mitigar el calor

  • Pueblos costeros como Cabo de Gata y San José ofrecen una amplia variedad gastronómica a sus visitantes · Pescado a la plancha y arroces, los más solicitados

En los meses en los que el mercurio sube las playas de la provincia se llenan de almerienses y turistas que alivian los rigores del calor a golpe de chapuzón. La costa da mucho de sí. Desde una punta a otra de Almería las playas destacan por su limpieza y gran extensión, pero hay destinos predilectos como Cabo de Gata y San José, muy conocidos y frecuentados por gente que llega desde todos los puntos de España y buena parte de Europa. Ambos son pueblos pequeños y con rincones escondidos que dan fe de que su tradición pesquera sigue vigente. Ese aire que parece mantenerse intacto a pesar del paso del tiempo es uno de sus principales atractivos.

¿Qué mejor que degustar un buen plato de pescado de las barquillas que faenan en la zona? Cabo de Gata es famoso por la calidad de sus frutos del mar. Al encontrarse enmarcado en el Parque Natural sus aguas esconden decenas de variedades que destacan por su sabor.

En todo el término municipal, desde el pueblo que le da nombre a zonas como Las Salinas, La Fabriquilla o La Almadraba, hay bares y restaurantes que ofrecen lo mejor de sus aguas. Uno de los clásicos de Las Salinas es comer una paella de marisco, una mariscada o unos espetos de sardinas en el chiringuito Chiri-bus, sobre la misma arena.

En La Almadraba hay un bar con el mismo nombre donde se pueden desgustar tapas y raciones de todo tipo y, un poco más allá, en La Fabriquilla, la terracita del bar La Estrella ofrece sardinas fritas y todo tipo de pescado en un ambiente relajado.

Para los que prefieren la urbanización, se pueden recomendar el Hotel Restaurante Blanca Brisa, ubicado justo a la entrada del pueblo, o un restaurante en pleno paseo marítimo, La Playa.

San José, más volcado al turismo, ofrece un sinfín de locales con gastronomía de diferentes procedencias. En cada uno de los extremos del pueblo, desde el Puerto a la calle Correos y sus inmediaciones, hay lugares donde elegir. Los propios establecimientos publicitan sus menús con ofertas tan económicas (desde 7,5 euros) como apetecibles.

No falta la cocina mediterránea, con el pescaíto almeriense y las paellas, las migas o el refrescante gazpacho que tanto suele gustar a los neófitos. Ejemplos de ello son Restaurante Casa Miguel Puerto, Restaurante San José-Hotel Doña Pakyta o Restaurante Malibú. También hay pizzerías all'italiana como Rione Trastevere (otra de las míticas, Paolino, cerró sus puertas), restaurantes para vegetarianos como el Jardín.

Para los amantes de la sobremesa y las noches de marcha, una buena opción es Charly Cocktail & Drinks, donde destacan sus combinados: mojito, daikiri o caipiriña, entre otros.

Los paisajes costeros de Cabo de Gata y San José, con sus largas playas de azul intenso, y sus zonas de interior, con el color rojo de su tierra y las sempiternas pitas, regalan al visitante estampas imborrables. Sol, playa y paseos por caminos de película son solo algunos de los atractivos que ofrece esta zona del Levante almeriense. Su gastronomía y opciones de ocio completan una oferta tan amplia como atractiva. Lo mejor, la cercanía con otros pueblos vecinos (Rodalquilar, Mojácar, Garrucha...) y con la capital, a solo unos cuantos kilómetros de distancia.

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