CD MIRANDÉS 1-4 UD ALMERÍA | La Crónica

Dyego Sousa abusa del Mirandés en Anduva (1-4) y el Almería conserva el liderato

  • Triplete goleador y asistencia en el estreno del luso-brasileño como titular

  • Con un Almería relajado, el Mirandés hizo el tanto de la honra de penalti

Dyego Sousa celebra uno de sus tantos en Anduva

Dyego Sousa celebra uno de sus tantos en Anduva / LFP (Miranda de Ebro)

Pocos estrenos en la titularidad han resultado tan rentables e impactantes como el de Dyego Sousa en las filas de la UD Almería. Y es que en apenas 22 minutos, el margen que va entre que anotase el 0-1 a los 4' de juego y que asistiera a Arnau Puigmal para el 0-3 en el 26', el atacante luso-brasileño aún tuvo tiempo para materializar el 0-2 en el 23' tras brindar un recital de posicionamiento y definición que viene a explicar la apuesta que Joao Gonçalves, el cazatalentos rojiblanco, hizo por el ex del Braga este verano. Y como guinda al pastel completaba su exhibición logrando el triplete en la segunda mitad. 

Con fama de temperamental, Sousa demostró tener el gol en las venas. Entró en el once para dar descanso a Sadiq en las masivas rotaciones que Rubi había anunciado para Anduva y lo cierto es que cumplió con nota. Tanto como el resto de sus compañeros. Al conocer la alineación muchos seguidores unionistas expresaban sus dudas por redes sociales al acometer el técnico catalán hasta siete modificaciones del equipo que salió ante la Real B. Todas infundadas a tenor del rendimiento de la unidad B en tierras burgalesas.

Y es que desde el primero hasta el último completaron una primera mitad de ensueño a nivel ofensivo y defensivo. En ella mucho tuvo que ver, como casi siempre, la labor de De la Hoz, incrustándose entre los centrales para sacar el balón jugado y aportando el equilibrio habitual en la media, liberando a Samú Costa para enlazar con el frente de ataque y dejando a Puigmal que generase con soltura, sin ataduras. 

Del mismo modo causó estragos el rol de Portillo entre la defensa del Mirandés. El malagueño partía desde el costado diestro, pero esa posición apenas la mantuvo en las transiciones defensivas, ya que a la hora de atacar se movía con libertad por todo el sector ofensivo, generando zozobra en la retaguardia local.

Con esos mimbres y funcionando la maquinaria perfectamente engrasada, los goles llegaron como algo natural. El primero nació de un buen pase de Portillo para Dyego Sousa, quien libre de marca en la frontal se perfila para batir a Lizoain con un remate raso y cruzado, mostrando una tranquilidad en la definición propia de '9' puro. Era el estreno goleador del luso como rojiblanco. 

Posicionados en bloque alto, el Almería ejercía la presión sobre la salida rival perfectamente coordinada, al punto de ver a Chumi rebasando la línea de medios asiduamente para embotellar a los locales. Con esa disposición el segundo estaba a la vuelta de la esquina y llegó a los 23 minutos con una buena apertura de Samú Costa sobre el costado izquierdo, donde irrumpía Centelles. El lateral valenciano apuró la línea de fondo, recortó a su marcador y puso atrás el pase de la muerte sobre la llegada de Dyego Sousa, al que el instinto matador no le falló. La defensa local a esas alturas ya se veía más pusilánime que el personaje de Óscar Isaac soportando la infidelidad de Jessica Chastain en Secretos de un matrimonio

En plena debacle del Mirandés, que apenas realizó un disparo con peligro de Oriol Rey que se marchaba rozando el poste de la meta defendida por Fernando, iba a llegar el 0-3. Esta vez Sousa cambió el papel de goleador por el de asistente, dándole un buen pase a Puigmal tras girar sobre sí mismo para encontrar el hueco que el catalán no iba a desperdiciar, cruzándosela a Lizoain. La acción había nacido en una buena recuperación de Chumi en línea de medios, merced a la presión adelantada anteriormente comentada. 

Dyego Sousa quiso festejar sus goles con el banquillo rojiblanco Dyego Sousa quiso festejar sus goles con el banquillo rojiblanco

Dyego Sousa quiso festejar sus goles con el banquillo rojiblanco / LFP (Miranda de Ebro)

La segunda mitad no parecía arrancar con las mismas perspectivas tras reajustar el Mirandés con las entradas de Gelabert y Vicente por Brugué y Capellini, más aún al ver Iván Martos la tarjeta amarilla en el minuto 49'. Pero era la tarde de Dyego Sousa. El ariete luso quería el triplete y lo lograba a los 53 minutos en otra lección de definición. Tras recibir otro buen pase de Portillo, Sousa controlaba dentro del área, protegía con el cuerpo la acometida del central y fusilaba sin remisión a un incrédulo Lizoain. 

El abuso sobre el Mirandés del luso era mayúsculo y Rubi, quizá sabiendo que aún le falta ritmo competitivo, y en previsión de posibles lesiones, optó por sustituirlo a la hora de partido para dar entrada a Sadiq, a quien había suplido para darle descanso, mostrando que el recambio para el nigeriano es de plenas garantías. 

Con 0-4 y el partido más que controlado, Rubi optó por dosificar esfuerzos, retirando del campo a un excelso De la Hoz y a Appiah, que no acaba de derribar la puerta, para que sumaran minutos Curro Sánchez y Lazo. La inevitable relajación iba a traer como consecuencia un penalti cometido por Pozo sobre Íñigo Vicente que el propio jugador iba a encargarse de transformar desde los once metros. 

Fue tan solo el tanto de la honra (en el 90' se anuló uno en propia puerta de Chumi por fuera de juego previo de Carreira), ya que en ningún momento se atisbó opción a la remontada. Con esta goleada el Almería reafirma la confianza en su fondo de armario y mantiene el liderato una jornada más, con 25 puntos en su casillero resultantes de ocho victorias en doce jornadas, casi nada. 

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