El Club Deportivo El Ejido no pudo este fin de semana con un rocoso y sólido Linares Deportivo que enseñó una vez más y de forma clara los motivos por los cuales es el líder destacado del Grupo IX de la Tercera División. Su triunfo ante los celestes le hacen distanciarse ya 18 puntos del segundo puesto, precisamente ocupado por los almerienses. El equipo que dirige David Cabello mandó y controló el esférico, pero no el fútbol en las áreas.

La contienda empezó con demasiadas precauciones por unos y otros. El CD El Ejido sí lo intentó en esa fase inicial con un disparo, desde fuera del área, de Juanje, que detuvo el meta visitante Razak. En defensa, los celestes no hicieron concesiones en el arranque del duelo, en el que el Linares Deportivo buscó el robo de balón para salir en rápidas transiciones y sorprender a los de casa.

El Linares ya se escapa en el liderato a 18 puntos del cuadro ejidense, que sigue como segundo clasificado

El partido de ajedrez que disputaron ambos equipos no dio opciones cara al gol. En el 30, sin embargo, Juanje pudo plantarse solo ante el cancerbero linarense, pero se decretó un fuera de juego que no era, en un error del auxiliar muy protestado, y que evitó que el delantero local se plantara en un mano a mano ante Razak. El 1-0 lo tuvo el cuadro ejidense, en el 35, con un balón colgado al área que remató Dani Sánchez y que Razak, en una buena estirada, despejó el balón a saque de esquina.

Ya en la segunda parte, la efectividad del líder quedó reflejada a los cinco minutos. El CD El Ejido pudo adelantarse en el marcador, pero no lo hizo y a la contra el Linares aprovechó la que tuvo para hacer del partido lo que quiso. El primer clasificado se puso por delante en el minuto 50, con un centro de Dani Espejo rematado por Alan, tras deshacerse de su marcador. El 0-1 hizo mucho daño a los del Poniente, que en la recta final tampoco tuvieron opciones ante un Linares muy rocoso. Además, en el tiempo de descuento sentenció Joan Grasa desde el punto de penalti ante un CD El Ejido que volvía a caer después de tres victorias seguidas.