Jansrud extiende la dictadura noruega
Primer oro olímpico para el esquiador alpino, que amplía la hegemnía nórdica en una jornada de niebla
El esquiador alpino noruego Kjetil Jansrud conquistó en el supergigante de Sochi su primer oro olímpico e iluminó una jornada que terminó tapada por la niebla tras una semana primaveral. Bronce en el descenso hace una semana en Rusia y plata en el eslalon gigante de Vancouver 2010, Jansrud ganó la tercera medalla de su carrera y el cuarto oro consecutivo de Noruega en el supergigante con una bajada de 1:18,14 en la colina de Rosa Khutor.
Andrew Weibrecht recuperó el orgullo de Estados Unidos al quedarse con la plata a 30 centésimas, mientras que su compatriota Bode Miller compartió el bronce con el canadiense Jan Hudec, a 0,53 segundos del líder.
Con el triunfo de ayer, Jansrud sigue a sus 28 años la estela de los noruegos Kjetil Andre Aamodt, campeón en Salt Lake City 2002 y Turín 2006, y Aksel Lund Svindal, vencedor en Vancouver 2010 en el supergigante.
"Significa todo para mí. Es la mayor victoria que puedes tener. Puede sonar como un cliché, pero es algo que he soñado desde niño", dijo Jansrud.
Miller celebró su primera medalla en Sochi y la sexta de su carrera y se convirtió en el segundo esquiador alpino con más preseas en la historia olímpica, por detrás de Aamodt. "Ha sido un año difícil para mí. Ganar ahora una medalla y por un margen tan estrecho es muy especial", dijo el estadounidense de 36 años antes de comenzar a llorar en la conferencia de prensa. Sin nombrarlo, Miller se refería a su hermano Chelone, fallecido en abril pasado a los 29 años por un presunto ataque de epilepsia.
Svindal, campeón en Vancouver del supergigante y una de las grandes figuras del esquí, finalizó séptimo y vio mermadas sus posibilidades de conquistar una medalla en Sochi cuando solo faltan por disputar las pruebas más técnicas: el eslalon gigante y el eslalon.
El snowboard cross ofreció una imagen curiosa en la victoria de la checa Eva Samkova, que compitió con un bigote pintado con los colores de la bandera de su país. "Me lo pinté por primera vez cuando disputé mis primeros mundiales. Cuando me lo pinté fui quinta, mi mejor resultado hasta entonces, así que decidí pintármelo siempre", dijo la checa de 20 años tras cruzar la meta por delante de la canadiense Dominique Maltais y de la francesa Chloe Trespeuch en el Extreme Park de Rosa Khutor.
En el esquí de fondo, Suecia completó algo que no ocurría desde 1972: ganar en unos mismos Juegos la prueba masculina y femenina en los relevos por equipos. Tras el triunfo del sábado en la competencia femenina, los suecos se impusieron en la prueba de 4x10 kilómetros y repitieron su victoria de Vancouver 2010.
Bajo la mirada del presidente Vladimir Putin en el centro de esquí de fondo y biatlón Laura, Rusia conquistó su primera medalla en la especialidad en Sochi al terminar 27,3 segundos por detrás de Suecia. Francia se quedó con el bronce a 31,9 de los líderes.
El patinaje de velocidad sigue siendo oranje. Holanda vivió una nueva jornada histórica al subir a tres atletas al podio del 1.500. Jorien ter Mors, la primera mujer en competir en pista corta y larga en unos Juegos de invierno, completó el recorrido en 1:53,51 (récord olímpico), 0,58 segundos por delante de la tres veces campeona olímpica Ireen Wust. Lotte van Beek logró el bronce delante de la también holandesa Marrit Leenstra. La selección oranje logró ya cinco oros en patinaje de velocidad en Sochi.
No hay comentarios