Karpov contra Korchnoi: 40 años de la batalla de Baguío

Seis años después del dramático duelo Bobby Fischer-Boris Spassky llegó0 el encuentro Anatoli Karpov-Victor Korchnoi en Baguío (Filipinas), del que se cumplen 40 años.

Durante su visita a Getafe, donde el domingo disputó 20 simultáneas (ganó 19 y entabló una) con miembros de un club local, Karpov recordó el choque en el que se impuso por 6-5 y que se resolvió el 18 de octubre de 1978 tras cuatro meses de enconada lucha contaminada por la política. La ortodoxia soviética representada por Karpov, mimado por el Kremlin, frente al disidente Korchnoi, fallecido hace dos años.

El duelo estuvo salpicado por continuos incidentes, Korchnoi, a quien le impidieron jugar bajo bandera suiza, protestó por la presencia, en las primeras filas, del parapsicólogo Vladimir Zukhar, miembro del equipo de Karpov, que según dijo perturbaba sus pensamientos. Se pactó que debía sentarse a partir de la sexta fila. El aspirante receló incluso del yogur que, a mitad del juego, se tomaba Karpov al sospechar que los colores y el contenido encerraban mensajes sobre la partida.

No se hablaban entre ellos y las propuestas de tablas se hacían a través del árbitro. Karpov replicó por las gafas de espejo que utilizaba Korchnoi y éste, a su vez, por la costumbre del campeón de mirarlo fijamente cuando no le tocaba mover. Se llegó a hablar de que las hostilidades habían llegado al punto de intercambiarse patadas por debajo de la mesa". "Es sólo una leyenda", dijo Karpov.

Korchnoi denunció la hostilidad de los organizadores y dijo que la KGB tenía planes para ejecutarlo si ganaba. "Incluso gente que no sabía jugar al ajedrez recuerda ese duelo", asegura Karpov, que lamentó la renuncia de Bobby Fischer a exponer su corona frente a él en Filipinas, porque "de haberse jugado, habría sido uno de los mayores acontecimientos del siglo XX de todo el deporte".