Leryn Franco, la atleta más sexy busca su revancha en Londres 2012

"Hay que hacer fila para sacarse una foto contigo", dice una señora en la villa olímpica. El solicitado no es el velocista Usain Bolt ni el nadador Michael Phelps. Se trata de Leryn Franco, la lanzadora de jabalina paraguaya que es considerada una de las atletas más sexys de Londres 2012. Su belleza y los rumores de un romance con el tenista Novak Djokovic la catapultaron a la fama en Pekín 2008, donde a la vez tuvo una actuación decepcionante en lo deportivo, con una marca que estuvo diez metros por debajo de sus mejores registros. Franco aterrizó en Londres el miércoles por la noche y enseguida comprobó que sigue llamando la atención con su 1,75 metros de altura y su cuerpo de modelo.

A poco de ingresar a la villa olímpica, atletas que ella no conoce la pararon para pedirle una foto. "Todavía no tuve tiempo de competir pero ya me he sacado unas cuantas fotos. Me dicen eres la más guapa o sexy en la villa, nos sacamos una foto y me resulta simpático", comenta la paraguaya. Entre risas dice que no sabe quién sería su equivalente masculino, asegura que Djokovic es "solo un buen amigo" y afirma que no está "pendiente de quién es el más o menos sexy en la villa".

"En Pekín fue duro. Tuve mucha presión mediática para la cual no estaba preparada psicológicamente. Eran demasiadas cámaras, muchas entrevistas, fotos por todos lados. Yo era más joven y no me lo esperaba", admite. La lanzadora de jabalina asegura que la situación ahora es diferente: "Ya pasaron cuatro años habiendo vivido esto de ser una de las chicas más bellas y estoy más tranquila".

"Creo que soy una chica sexy por la actitud, no tanto por la belleza. La mujer paraguaya es bella y, sobre todas las cosas, muy luchadora. Me considero una mujer que va en busca de sus sueños como todas las otras chicas que en otras áreas también lo hacen. En ese sentido me considero una chica más", dice antes de enfocarse en el plano deportivo y afirmar que los Juegos de Londres 2012 "son una revancha".

Tras su pobre actuación en Pekín 2008, se ilusiona con acceder a la final: "Llego preparada. Hice un entrenamiento completo. Estoy en forma y serena, pero también un poco nerviosa porque competir y verte con los mejores atletas del mundo es una presión y no es fácil". En Pekín 2008 la atleta lanzó 45,34 metros y, entre lágrimas, se quedó con el antepenúltimo puesto. En junio pasado, la lanzadora estableció el récord de su país con 57,77 metros en el Iberoamericano de Venezuela. "Creo que con esa marca o un poco más ya puedo acceder a una final. En Pekín hacían falta 56 para pasar a la final", recuerda.

En sus terceros Juegos Olímpicos tiene una meta clara: "Esto es una revancha de Pekín, a donde fui muy preparada después de pasar un tiempo entrenando en Italia. Pero me fue mal y una nunca espera que le vaya tan mal en un evento tan importante". Franco remarca que "todos los records paraguayos" que marcó los hizo en competencias internacionales: "Me motiva muchísimo competir por mi bandera fuera de mi país".

"Vine a buscar mi mejor actuación, a batir el récord nacional. Acceder a una final sería un sueño, lo máximo a lo que puede aspirar un atleta sudamericano porque nosotros no vivimos de esto sino por y para esto. No es fácil", dice la atleta, reconociendo la amplia distancia con las principales figuras: la checa Barbora Spotakova (67,78) y la rusa Mariya Abakumova (64,34).