Lillo ensaya un 1-4-1-3-2 revolucionario y sin extremos para la Copa

Juanma Lillo prepara su particular revolución para afrontar el choque de ida de la ronda de dieciseisavos de final de la Copa del Rey mañana en Anoeta (22:00) ante la Real Sociedad. El técnico tolosarra ensayó ayer a puerta cerrada un esquema distinto por su dibujo y por la incorporación de hasta siete novedades respecto a las últimas alineaciones, idénticas desde el triunfo en Riazor.

Si el guipuzcoano decide poner en práctica lo trabajado, dejaría de lado el habitual 1-4-2-3-1 de las últimas jornadas y tampoco se decantaría por el 1-4-3-3 (empleado también en alguna fase del arranque liguero), sino por un inédito 1-4-1-3-2, con dos referencias ofensivas (Ulloa y Goitom), pero sin extremos, pues dará descanso a Crusat y Piatti.

La idea es montar una línea de tres futbolistas por detrás de los atacantes formada por M'bami tapando el flanco derecho, Corona en la zona izquierda y Valeri como director de orquesta, mientras que el colombiano Fabián Vargas ejercería de 'coche escoba', en las funciones de mediocentro único o falso libre por delante de la defensa.

La zaga se mantendría con cuatro efectivos, pero variando la nomenclatura. El danés Jakobsen en el carril zurdo y el uruguayo Marcelo Silva en el eje tendrán su oportunidad de salida junto a Carlos García y el brasileño Michel, mientras que Esteban formará bajo palos rotando a Diego Alves tal y como viene siendo habitual en las últimas ediciones del torneo del KO.

Repasando línea por línea, el once que en teoría jugará en San Sebastián arroja hasta siete caras nuevas respecto al que viene haciéndolo en el campeonato liguero: Esteban, Jakobsen, Marcelo Silva, Vargas, Valeri, Goitom y Ulloa.

Lillo tira de rotaciones concediendo descanso a Alves, Juanma, Acasiete, Bernardello, Piatti, Crusat y Kalu Uche, pero también experimenta con la pizarra a la espera de dar la sorpresa a domicilio y revertir las críticas.

A grandes males, grandes remedios, debe haber meditado desde su retiro de La Fabriquilla el preparador guipuzcoano a tenor de lo dispuesto ayer sobre el campo principal del Estadio de los Juegos Mediterráneos. La sesión técnico-táctica se prolongó durante cerca de una hora en la que hizo correcciones de posición cada vez que la situación lo requirió. Los futbolistas, que mantienen su confianza ciega en el técnico, escucharon con atención todas sus instrucciones.