"Hay que saber convivir con los pitos y con los aplausos"
El meta, que se perfila como titular en Copa, quita hierro a los pitos a Lillo y a las desavenencias de éste con Alfonso García
-¿Cómo valora los pitos de la afición a su técnico?
-No le doy mayor importancia. El fútbol es un espectáculo en el que se dice que quien paga su entrada tiene razón para hacer lo que quiera. Recuerdo que hubo pitos y al final aplausos y la deferencia estuvo en meter un gol. La línea del éxito y el fracaso fíjate lo fina que es, basta cruzar una raya de doce centímetros de ancho que mide la línea de gol. Hay que convivir con pitos y aplausos. No me creo mejor cuando me aplauden porque sé que al minuto siguiente pueden ser pitos. Es la ley del fútbol y pasa en todos los campos de España.
-¿No sería buena una visita de Alfonso Garcia a Lillo para limar asperezas?
-No soy ni Alfonso ni Lillo. Cada uno tiene su manera de manejar su casa. Yo soy responsable de mi familia y de mis actos pero no puedo aconsejar a nadie. Encima uno es el dueño de todo esto y otro mi jefe. Soy un subordinado de esas dos personas.
-¿Les llega en un buen momento el torneo del KO?
-Yo creo que cuando no consigues un resultado bueno lo mejor es jugar al día siguiente, pero por ley tienen que pasar 48 horas. Hay un partido que, de ganarlo, nos dará tranquilidad para luego ir al Calderón a intentar ganar también. Los equipos pequeños tenemos que estar siempre con las orejas tiesas porque si no, va a haber siempre comentarios y dudas.
-¿Es un marrón la Copa para los menos habituales?
-Si es un marrón jugar con un escudo de Primera División, en la que sólo hay 500 profesionales en toda España con muy poquitos españoles por la cantidad de extranjeros y poder disfrutar del fútbol, creo que estamos devaluando la profesión... Soy un privilegiado de estar dentro de este grupo minoritario y cada entrenamiento es un éxito.
-¿Cómo está de cabeza el vestuario en esta semana extraña?
-Es una semana difícil porque no acabamos de encontrar el resultado que merecimos el domingo pasado o el día del Málaga. Cuesta asumir que haces mejor partido que el rival y no ganas. Pero por otro lado esto es fútbol y está lleno de momentos dulces e ingratos, pero hay que convivir con ellos sin dramatizar. El equipo hace las cosas bien y es una lástima que no concretemos. Tampoco hay que darle mayor trascendencia.
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