La plaza Luis Martín regresa al medievo con una amplia oferta

Mercaderes, juglares, cortesanas, brujos y demás personajes de la Edad Media deambulan estos días por la céntrica plaza Luis Martín de Roquetas de Mar, que regresa a la Edad Media de la mano del mercadillo medieval, organizado por la Asociación Rastrillo de Culturas, una empresa de Almería que se puso en marcha hace cuatro años y que cuenta con una base de datos de más de 1.000 artesanos de toda España.

Este mercado de la Edad Media, que puede visitarse durante todo este fin de semana y que ha regresado al escenario en el que se instaló en su primera edición -que fue el pasado año-, cuenta con una treintena de puestos. Un grupo de artesanos llegados de diferentes partes de España. Jaén, Sevilla, Murcia o Castellón, como Marta Morales que atiende un puesto en el que ofrece productos de cuero con acabados en plata. "Todos nuestros productos que confeccionamos en el taller que tenemos en Valencia están hechos a mano. Los precios varían según el artículo, las pulseras pequeñas cuestan 10 euros y los bolsos ya suben a los 48 euros", aclara esta artesana que ya el pasado año visitó este municipio.

A este mercadillo -que abrió sus puertas ayer- ya se han acercado muchos curiosos que han podido degustar, ver y probar, los alimentos y productos que se venden en este zoco. Por ejemplo, en el ámbito de alimentación se ofertan todo tipo de dulces árabes, que nada más verlos apetece probarlos, o comida senegalesa. Si la sed aprieta se puede tomar un mojito en el kiosco de bebidas.

Para los más pequeños se ha reservado una zona infantil en la que los reyes de la casa podrán disfrutar de juegos tradicionales. como ajedrez o el tres en raya. También pueden disfrutar de atracciones antiguas, como el barco vikingo o la noria de ponis.

A ellos, aunque también a los adultos, llama -y mucho- la atención el puesto de cetrería, uno de los más visitados. Aquí se exhiben lechuzas comunes, un halcón sacre, águilas de haris o un búho real, entre otras especies de aves.

En definitiva, un tradicional mercado medieval con artesanos que trabajan todo tipo de materiales (madera, cuero, barro...), que da la oportunidad a los vecinos y a quienes visiten estos días la ciudad de hacer un pequeño viaje al pasado tanto por la mañana (de 11:00 a 15:00 horas) como por la tarde (de 17:00 horas hasta que haya público).