Fue uno de esos días que no se olvidarán por mucho que pasen los años. Con más de 21.000 almas en el Estadio de los Juegos Mediterráneos se vivió un auténtico David contra Goliat, venciendo el primero, aunque en honor a la verdad, ese David estuvo todo el curso rozando la excelencia, desde aquel estreno en Riazor.

El 2 de febrero de 2008 se presentaba en La Vega de Acá un Real Madrid que asustaba. Entrenado por Schuster, en la jornada 21 tenía prácticamente la liga sentenciada tras sus ocho triunfos consecutivos y diez jornadas invicto. Sin embargo, el Almería de Emery alcanzó su máxima expresión. Embalado también, ante los blancos logró su cuarta victoria seguida, llegando el triunfo de la mano de esa pizarra de Emery que tantos puntos reportó.

Al cuarto de hora tras un saque de esquina Juanito materializó un gol que aún suena en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, sentenciado Negredo justo tras el paso por vestuarios desde el punto de penalti. No fue sólo el triunfo, sino la sensación de superioridad de los rojiblancos, que se pusieron a un punto del sexto clasificado, una Copa de la UEFA que era una utopía años atrás.

No se trata la de La Vega de Acá una plaza fácil para el Real Madrid, que se ha dejado puntos en la mitad de sus visitas. El mismo año, en noviembre también fue incapaz de vencer en el feudo rojiblanco. Ese día, con Arconada y Schuster en los banquillos, apareció la figura de Raúl para adelantar a los blancos antes del descanso, pero Piatti en lla recta final sacó un punto de oro confirmando que lo del ejercicio anterior no había sido casualidad.

A la tercera fue la vencida para el conjunto blanco. Tres meses antes de que Casillas levantase la Copa del Mundo al Cielo de Johannesburgo, el equipo entrenado entonces por Pellegrini logró su primer triunfo en tierras almerienses. Y eso que le costó. Los de Lillo se adelantaron al cuarto de hora por mediación de Crusat empatando rápido Cristiano y volteando Van der Vaart a falta de veinte minutos para el final.

No fue fácil para los visitantes ni en el curso 10-11, uno de los más negros de la historia rojiblanca. Era enero, pero el Almería mostraba una sensación de descenso jornada sí y jornada también. Colista, consiguió sacarle sacarle un punto al Real Madrid de Mourinho y soñar con la permanencia. La UDA, entrenada por Olabe volvió a adelantarse en el primer acto, con gol de Ulloa antes de la media hora, igualando Granero en el 76'.

La dinámica viró en la segunda etapa en Primera División. Con Ancelotti en el banquillo, el Real Madrid logró su vigésimo triunfo consecutivo en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, que a los tres minutos ya veía cómo los suyos perdían. Un año después, con Rivera haciendo las labores de interino tras la destitución de un Francisco que sí estuvo en 2013, Zidane sacó los tres puntos, resultado clave el penalti errado por Verza pasada la hora de juego, con 1-2 en el marcador. La historia continuará el domingo...