Si quieres cambiar las cosas no hagas siempre lo mismo. En función de esa máxima y tras haber sumado apenas un punto sobre doce posibles a Vicente Moreno le toca dar con la tecla para que el equipo mejore sus prestaciones en ambas áreas de cara a la visita del domingo (16:15 horas) al Estadio de La Cerámica para medirse a un irregular Villarreal que ya se ha cobrado la primera víctima en los banquillos, al ser destituido Quique Setién para ocupar su puesto Pacheta, que debutará ante los rojiblancos. 

El preparador valenciano de la UD Almería podrá contar por primera vez en todo el curso del grueso de la plantilla al recuperar este jueves a todos los internacionales que viajaron con sus respectivas selecciones y tener del mismo modo al central mexicano César Montes, firmado mientras el equipo caía derrotado ante el Celta de Vigo antes del parón y el consiguiente 'virus FIFA' que asoló el vestuario indálico, con hasta seis efectivos no disponibles, casos de Kaiky, Lázaro, Mendes, Lopy, Baba y Koné.

Mal que bien el cuerpo técnico ha ido preparando con sesiones concienzudas la visita al 'submarino amarillo', pero hasta este mismo jueves no ha podido incidir en los aspectos tácticos. Y ahí surge la primera gran duda. ¿Mantendrá Moreno el esquema 4-2-3-1 que tan pobres resultados le ha proporcionado hasta la fecha? La lógica y el sentido común dictan que asoma en el horizonte un cambio de escenario en forma de cambio de dibujo o, en su defecto, de varios retoques tácticos. 

La evolución natural de lo visto en las primeras jornadas sugiere que las piezas disponibles se acomodarían mejor a un 4-3-3 (muy usado por Rubi) para pertrecharse más en la zona ancha o al tradicional 4-4-2. En caso de optar por la primera alternativa Lopy reforzaría el centro del campo para descargar la labor de Baba en la recuperación y echar un cable a Lucas Robertone o Gonzalo Melero en la creación de juego. En el frente de ataque las opciones serían muy variadas, dado el perfil de futbolistas con los que se cuenta. Una opción sería partir con Luis Suárez en banda izquierda dado el bajo rendimiento ofrecido por Embarba en los primeros partidos, probando a Koné en punta y con Ramazani o Arribas entrando por el costado diestro. 

Ramazani ha sido de los más destacados en este arranque liguero

Si el esquema elegido fuera el 4-4-2, que suele ser el más equilibrado y empleado según un estudio reciente desarrollado por LaLiga junto a la Universidad Rey Juan Carlos de Fuenlabrada y la Universidad Miguel Hernández de Elche, se abriría la posibilidad de jugar con Suárez y Koné en el frente de ataque. La duda radicaría en comprobar quiénes serían los hombres de banda, pues dicho dibujo demanda mayor exigencia defensiva a los extremos. 

La tercera vía en discordia pasaría por el manido recurso de explorar una defensa con tres centrales (5-3-2 o 3-5-2 en función de la proyección de los laterales), en cuyo caso la presencia de Chumi junto a Montes y Édgar parece garantizada, con Pubill y Akieme manteniéndose en ambos carriles con la misión de proyectarse en la banda para ayudar en ataque sin dejar que atrás le 'coman' la espalda. 

Menos dudas parece haber en la retaguardia pese a los 9 goles encajados hasta la fecha. Luis Maximiano mantendrá la titularidad pese a las críticas recibidas por sus dudas para salir a los balones aéreos, mientras que la dirección deportiva confía en que la llegada de Montes sirva para dotar a la zaga de la jerarquía necesaria y que piezas como Édgar rindan a mayor nivel teniendo a un referente a su lado. Quizá en el eje radique la única duda de ver si el exbético será quien acompañe al mexicano o Chumi logre ganarse el puesto. En el carril zurdo Akieme aparece como incontestable por su espectacular arranque y en la diestra la apuesta por Pubill (a quien le falta mejorar el fondo físico para verse al 100%) sobre Pozo es evidente.

Las excusas han acabado, Moreno tiene ya a su disposición a todos los que son, el respaldo del club y un paquete de cuatro enfrentamientos en quince días (Villarreal y Sevilla a domicilio; Valencia y Granada en casa) en los que en buena medida se va a jugar su futuro porque el equipo necesita lograr su primera victoria pronto. El choque ante los nazaríes está previsto el 1 de octubre y, salvo zozobra previa, figura marcado como línea roja porque después tocará visita a San Mamés y un nuevo parón por selecciones que si el equipo afronta en una situación similar forzaría a la directiva a tomar decisiones.