México y el empate como carta oculta

México y Croacia jugarán por el pase a los octavos de final o el billete de vuelta a casa en un partido crucial en Recife que, junto con el Brasil-Camerún en Brasilia, definirá a los clasificados del grupo A.

La oportunidad está abierta en caso de ganar en el estadio Arena Pernambuco para cualquiera de las dos selecciones, aunque los mexicanos tienen más combinaciones, pues el empate les garantiza su presencia al tener un punto más que los croatas.

Brasil tiene las mejores cartas del grupo y se clasificará si gana o empata contra Camerún y aún con una hipotética derrota mínima si en el México-Croacia hay un ganador; la posibilidad de goleadas que cambien el panorama existe aunque es mínima.

En las dos jornadas anteriores, ambos equipos ya dejaron ver sus posibilidades, las buenas y las regulares. Los dos llegan altamente motivados por sus resultados previos: Croacia al vencer a Camerún y México al empatar ante el gran favorito, Brasil.

Esa igualada y el hecho de que hayan mantenido a cero su porteria en los dos encuentros disputados hará que los mexicanos, dirigidos por Miguel Herrera, lleguen con el ánimo elevado a un encuentro decisivo en el que también corren el riesgo de quedarse sin nada.

Su triunfo frente a Camerún por 1-0 y el empate sin goles con Brasil le dieron seguridad y confianza a un combinado mexicano que presenta uno de los mejores cuadros de su historia, al tener 10 campeones olímpicos y siete europeos. Los de norteamérica buscarán estar en octavos por sexta Copa del Mundo consecutiva desde Estados Unidos 1994 y a partir de ahí conseguir, si es posible, algún resultado histórico.

Herrera apostará todo a la vieja máxima de que lo que funciona bien no se debe cambiar y ya anticipó que mantendrá el mismo cuadro inicial que saltó al césped en los dos partidos previos.

Croacia se recuperó de la primera derrota en el partido inaugural ante Brasil goleando a Camerún en su segundo para revivir sus opciones de pelearle el boleto a los mexicanos.

Los balcánicos representan una incógnita para Miguel Herrera, porque ante Brasil mostraron deficiencias que no se le vieron ante Camerún, tal vez apabullados por el marcador y su potencia ofensiva.

Ante los anfitriones, Croacia anotó pronto, pero cedió fácilmente a la presión, un estilo de juego que México maneja bien con jugadores como Giovanni dos Santos, Andrés Guardado, Miguel Layún y Oribe Peralta.

El mediocampo de Croacia tendrá como clave principal frenar a los creativos de México y recuperar la pelota para que Madzukic y Rakitic tengan posibilidades de romperle el cero a Ochoa.

La última ocasión que México y Croacia se enfrentaron fue en la Copa del Mundo de Corea y Japón 2002, cuando la escuadra norteamericana se llevó la victoria por 0-1, gracias a un solitario gol del delantero Cuauhtémoc Blanco.