Monólogo del Pavía

El Pavía quiso demostrar su condición de favorito con fluidez en el movimiento de balón y buscando el desborde. Así fabricó Garrincha la primera llegada con peligro, tirando una gran rosca a la escuadra derecha de Rubén, pero el que marcó fue Carreño en un córner en el que la defensa de Los Molinos fue blanda. Era el minuto 8 y no podía ser otro, porque el también míster del equipo benjamín dedicó el tanto a su jugador Íker, ingresado en Torrecárdenas, que viste ese dorsal.

No había hecho nada arriba Los Molinos hasta que en el minuto 14 Dani se sacó un lanzamiento de falta magistral escorado a la derecha y a perfil cambiado. El defensor zurdo de los blancos golpeó perfecto al palo largo de un Andrés que se esperaba el centro. Con media hora por delante se empezaba de nuevo, pero con las cartas boca arriba. El equipo de Benavente fue haciéndose con las caídas de balón en la medular, y al de Compán le costó hacer su juego, cambiándolo por raza. A la vuelta comenzó un monólogo paviense que no permitió ninguna alegría molinera y que acabó, tras un largo acoso, por darle una victoria clara. Javi hizo movimientos inteligentes y sirvió buenos balones desde su posición de punta, pero el balón no quiso entrar hasta que lo agarró Francis, lo condujo los metros suficientes para tener tiro y lo golpeó buscando el palo derecho de Rubén.

Era el minuto 80 y el Pavía se quitó la losa sentenciando en la siguiente jugada. Añoño puso un centro al segundo palo, controló perfecto Juanjo y cruzó a las mallas acto seguido. El 3-1 fue definitivo y el partido murió sin que Los Molinos se acercara ninguna vez al arco de Andrés en toda la segunda parte.