Piatti desquicia al Atlético (1-1)
At madrid- ud almería· crónica
La estelar actuación del guardameta deja en tablas la visita de la UD Almería al Calderón.
Apostó Lillo de inicio por la misma alineación que viene repitiendo con suerte dispar desde la visita a Riazor, pero esta vez variando la disposición táctica, siendo fiel al dibujo (1-4-1-2-3) que le permitió derrotar a la Real en Copa.
Chocaba de salida la ausencia de Ulloa, tal vez el ariete más en forma de los unionistas, pero Kalu Uche sigue gozando del predicamento del técnico. El Atlético, que recuperaba a la dupla Forlán-Agüero, arrancó en tromba para asustar a los almerienses de inicio y Alves tuvo que emplearse a fondo en el primer cuarto de hora.
El propio Forlán, Reyes de falta (se pidió penalti) y el Kun asediaron la meta del brasileño, que salió indemne de todos los lances. Tuvieron que pasar cerca de veinte minutos para que el Almería se metiera en el partido gracias a un inspirado Pablo Piatti, que le tiene tomada la medida a los colchoneros desde su llegada a la Liga.
El ejemplo más palpable de la reacción visitante estuvo en el zurdazo de Uche al poste ante la mirada atónita de De Gea a la media hora de juego. Pero como viene siendo habitual, cuando mejor estaba el Almería, vino el tanto del Atlético. El Kun, echando mano de ratonería, fue rápido al empujar un rechace de Alves.
La jugada había nacido en un centro desde la derecha de Ujfalusi que Reyes cabeceó dejando a Alves vencido con el balón en la línea de gol y el Kun con la caña preparada ante la pasividad de la zaga. Pero al Almería parece haberle salido callo de tanto ir a remolque y apenas acusó el mazazo que significó el 1-0.
Kalu Uche tocó a rebato con un cabezazo primero a las manos de De Gea y un derechazo que el meta atlético desvió a córner. Ahí se gestaría el tanto de la igualada. Corona botó el saque de esquina y el despeje de la defensa local cayó en la zurda de Piatti, que enganchó una volea imparable pegada a la cepa del poste.
El tanto, cuarto del argentino al Atlético desde que juega en la Liga española, fue al borde del descanso, de los llamados psicológicos, y a fe que el cuadro de Quique Sánchez Flores acusó el golpe.
El inicio de la segunda mitad mostró a un Atlético ansioso por volver a adelantarse en el marcador que llegaba con cierta facilidad al área rival pero no terminaba de definir, mientras que el Almería fue poco a poco sintiéndos más cómodo sobre el campo a la espera de trenzar alguna contra en las botas de Crusat o el eléctrico Piatti de ayer.
En ese escenario volvieron a resultar claves los reflejos de Alves y también la buena contemporización del partido que hicieron los almerienses, muy serios en el centro del campo apoyados en un incansable Bernardello. Tampoco le pudo la presión a Teixeira Vitienes, mirado con lupa por el arbitraje de Clos Gómez en El Madrigal al Atlético pero que no cedió ante un piscinazo en el área de Diego Costa en la recta final.
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