Quedan espinas clavadas

El calendario no podía ser más caprichoso y el Almería va a tener la suerte de despedirse de Primera División en uno de los campos históricos del fútbol español: el Santiago Bernabéu. Curiosamente, el coliseum madridista puede convertirse junto al Camp Nou en los dos únicos feudos en los que los almerienses no han sido capaces de puntuar desde que llegaron a la máxima categoría hace cuatro temporadas. Si en la Ciudad Condal los de Alfonso García han caído en sus cuatro visitas (y en la Copa del Rey también con estrépito) y sólo han sido capaces de lograr un tanto merced a Corona, en Chamartín perdieron la primera temporada con escándalo arbitral a mano de Álvarez Izquierdo, recibieron un repaso en la segunda y en la tercera rozaron la gloria durante minutos, puesto que se pusieron 1-2 en la segunda parte, pero los blancos le dieron la vuelta a la tortilla y vencieron por 4-2. Mañana sábado, los de Roberto Olabe querrán acabar con buen pie en Primera y, de paso, romper esta mala racha.

Además de estos dos estadios, hay otro en el que el Almería ha contado sus partidos por derrota. Se trata de El Molinón, casa del Sporting de Gijón. Aunque con Unai Emery no jugaron en tierras asturianas por estar los gijoneses en Segunda, los tres años siguientes sólo ha habido derrotas. De hecho, Gonzalo Arconada fue cesado en la campaña 2008-09 tras caer en la jornada de antes de Navidad. Para más inri, el Sporting siempre ha vencido en El Molinón al Almeróa por un raquítico, pero suficiente 1-0. De la misma manera, los rojiblancos no han sido capaces de puntuar ni en el Benito Villamarín (entonces Ruiz de Lopera) ni en el Ciudad de Valencia. Aunque con Betis y Levante los almerienses sólo han coincidido dos años, en todas sus visitas (una más a tierras del Turia puesto que en la Copa del Rey 2007-08 también perdieron allí por 2-1) han mordido el polvo.

En el plano positivo, en las retinas de todos los aficionados están aquellos colosales 0-3 y 1-4 que se lograron en Riazor y en el Ramón Sánchez Pizjuán respectivamente con Emery como entrenador. Todas las quinielas daban a los rojiblancos como los principales favoritos para el descenso a Segunda Divisón el año del debut y éstos callaron las bocas de muchos con un soberbio partido en La Coruña. Fue la carta de presentación de un Almería que quería crecer y que poco después iba a volver a sorprender a la España futbolística con el mejor partido de su historia. Fue en el mes de abril de 2008. Concretamente un día 19, en medio de la Feria de Sevilla. Aquel partido marcó un antes y un después para muchos de los profesionales del equipo, al que comenzaron a tomar en serio y tener respeto. Por ejemplo, los nervionenses le echaron el ojo a un tal Negredo que esa noche les hizo dos goles y que hoy por hoy es su mejor delantero.

También para el recuerdo estará el 1-3 logrado en San Mamés en la 2008-09 y el 0-2 conseguido en El Sardinero ante el Racing de Santander un 28 de febrero. Este último no sólo porque Alfonso García y Ricardo Martínez, presidente y vicepresidente, estuvieron en el palco con Severiano Ballesteros, que moría hace escasamente unas semanas, sino también porque esa misma tarde el Almería cumplía cien partidos en Primera División. Los agoreros que creían que la trayectoria rojiblanca en la máxima categoría iba a ser efímera estaban muy equivocados.

Como visitante, los números del Almería en la máxima categoría no han sido de escándalo. De hecho, en cuatro temporadas ha conseguido 13 victorias y 16 empates, por 47 derrotas. Los rojiblancos han logrado 72 goles a favor y Cobeño, Diego Alves y Esteban han recogido entre los tres el balón de sus mallas un total de 131 veces. Aunque puede pensarse que esta temporada ha sido la peor como visitante, Arconada y Hugo Sánchez se encargaron en la 2008-09 de tener peores registros. En esa campaña, los rojiblancos sólo vencieron dos partidos y empataron tres, mientras que este año se han logrado tres victorias fuera de casa y se han sumado dos empates. La principal diferencia es que el Almería se hizo fuerte en casa con el mexicano como entrenador, mientras que ni con Lillo, ni con Oltra, ni con Olabe se ha conseguido esto.

La jornada más triste en estas cuatro temporadas en Primera División se vivió el pasado sábado 7 de mayo. El Almería visita el Coliseum Alfonso Pérez Muñoz de Getafe y el 2-0 final fue el certificado de su defunción. A los fieles aficionados rojiblancos que viajaron hasta tierras madrileñas se les escapó más de una lágrima al ver cómo su equipo volvía a la categoría de plata por una mala planificación de temporada. La tristeza de los hinchas, que ya sabían su destino desde hacía jornadas, contrastaba con la sonrisa de algún jugador que se marchará por la puerta de atrás.

Ahora, casi cuatro años después de que La Coruña se rindiera a sus pies, el Almería pondrá fin a su aventura en todo un Santiago Bernabéu. El último triunfo en casa ante el Mallorca endulzó un tanto la despedida. Sin embargo, la afición, fiel y sufridora como pocas en un número tan escaso, no quiere decir adiós a Primera División sin ver cómo los rojiblancos logran su primer punto ante el Madrid. Hacedlo por ellos.