Reedición de una gesta justo 24 años después

Fue la noche del 13 de junio en el salón de actos del hotel Luzeiros de Fortaleza: Jorge Luis Pinto, entrenador de la selección costarricense de fútbol, aprovechó las vísperas del debut contra Uruguay para proyectarle a la plantilla una película llamada Italia 90, en la que se relata la gesta de sus compatriotas en el Mundial de 24 años atrás y que representaría un estímulo único antes de iniciar la competición. "Nosotros sacamos de ese film cositas para ponerlas en el terreno de juego y nos sirvió sobre todo en el aspecto emocional. Si una selección costarricense lo logró, ¿por qué nosotros no podíamos?", dijo el defensor Óscar Duarte. Al día siguiente, el propio jugador del Brujas de Bélgica anotó un gol histórico y fue uno de los grandes héroes de la victoria tica sobre Uruguay, bicampeón mundial y semifinalista en Sudáfrica 2010.

Las casualidades deportivas hicieron que Costa Rica, con su triunfo por 1-0 sobre Italia, consiguiera la hazaña de la clasificación a octavos de final de Brasil 2014 el 20 de junio, exactamente 24 años después de que los costarricenses se clasificaran a la segunda ronda del Mundial de Italia 1990. Las coincidencias entre ambos ciclos abundan: entrenador extranjero, un equipo que había sido dado por muerto antes de iniciar el torneo, un portero figura de la plantilla, un padre y un hijo que representaron a su selección en cada edición del Mundial. "Esto es una locura, esto es tremendo. Estamos viviendo esta alegría como aficionados. Yo, como ex jugador, necesitaba llenar el balde. Ya era hora de una nueva felicidad. Estoy sumamente metido con este equipo", dijo ante los medios costarricenses Roger Flores, capitán de la selección de 1990.

Costa Rica acudió al Mundial de Italia practicamente con las mismas posibilidades previas que tenía el equipo actual de Jorge Luis Pinto. En aquel entonces, el serbio Bora Milutinovic se había hecho cargo del equipo apenas dos meses antes del inicio de la Copa y practicamente sin conocer a ninguno de sus futbolistas. Para casi todos los protagonistas, la clave de Milutinovic en la gesta radicó en las semanas previas al inicio, cuando Costa Rica perdía amistosos contra clubes de la Tercera División de Italia y el técnico decidió aislar al plantel del aluvión de críticas recibidas. "Nos decían que éramos el equipo simpático del Mundial. Eso era apenas un disfraz para no decirnos que éramos el equipo súper inferior del Mundial", afirmó Juan Cayasso, el gran líder de ese equipo en el campo.

Costa Rica derrotaría por 1-0 a Escocia en su primer gran golpe, perdería 1-0 ante Brasil con una actuación memorable de su portero Gabelo Conejo y el 20 de junio derrotaría por 2-1 a Suecia, el mejor equipo de la clasificación europea. En esa plantilla se encontraba Alexandre Guimaraes Borges, quien 24 años después, se encuentra en Brasil palpitando la nueva hazaña protagonizada por su hijo Celso, un baluarte del combinado actual. La Costa Rica de Pinto acudió a Brasil 2014 con el rótulo del muerto del Grupo de la Muerte, integrado por tres campeones del mundo: Inglaterra, Italia y Uruguay.

Mientras el banco de inversión Goldman Sachs afirmaba que los ticos tenían el 0% de posibilidades de ganar el Mundial, el colombiano Pinto se obsesionaba porque sus jugadores estudien cada detalle de sus rivales. Los resultados quedaron a la vista: Costa Rica remontó un resultado adverso contra Uruguay para llevarse el triunfo por 3-1 en el debut y le dio una lección táctica a Italia para lograr el 1-0 que daría la clasificación a octavos.

Al igual que Mauricio Montero anuló a Tomas Brolin en aquel duelo ante Suecia, Celso Borges se encargó de bloquear la llegada de la pelota a Andrea Pirlo 24 años después. El conjunto centroamericano tendrá tiempo ahora para afrontar el último duelo ante Inglaterra ya con la clasificación en el bolsillo y para después pensar en pasar la barrera de los octavos de final y dejar ya en el camino la derrota por 4-1 contra Checoslovaquia, que significó el final del sueño ticoen 1990.