Ya van seis derrotas ligueras (3-1)

Acabó la primera vuelta de la Superliga, la peor en la historia del Unicaja, que volvió a perder. Esta vez en Teruel, acabando en séptima posición (empatados a 15 puntos con el Arenal Emevé, octavo) y se medirá al Soria en los cuartos de final de la Copa del Rey. Los almerienses cosecharon la segunda derrota consecutiva y ya llevan seis en el presente ejercicio, siete si se tiene en cuenta la de la Supercopa. El cuadro dirigido por Manolo Berenguel se repuso del mazazo de perder la primera manga en el desempate, neutralizando en la segunda, esfuerzo que no tuvo finalmente recompensa.

El que es uno de los clásicos del voleibol español comenzó igualado aunque era el Pamesa Teruel el que llevaba casi siempre la iniciativa en el marcador. En la recta final del primer set el Unicaja metió una marcha más y rozó la manga con el 24-25. Pero los locales se repusieron y voltearon gracias a un Víctor Méndez, que empató en un ataque y remontó en un bloqueo. De nada sirvió el 26-26 logrado por Moisés Cézar al lograr otro punto Víctor Méndez y errar Juanmi González en el que fue el punto definitivo.

Los de Manolo Berenguel tuvieron que remar otra vez a contracorriente, sacando músculo en el segundo set. Comenzó por delante y terminó por delante en la segunda manga, yendo siempre el Pamesa Teruel a contracorriente, excepto con el 7-6. Un positivo final ahorrador en este set reestableció la igualada gracias a un buen trabajo colectivo, que se sobrepuso a los errores en el saque de Moisés Cézar y Chema González.

El cuadro local no terminaba de creérselo, con tres fallos de Roberto de Melo, que acabó realizando un encuentro sensacional sumando 26 puntos. Bakonji aumentó las esperanzas de los locales con un saque directo para poner el 8-9, pero un parcial de 7-2 fue decisivo y eso que los verdes no se descolgaron del tanteador. Dos fallos de Bakonji y Juanmi González decantaron la tercera manga.

El Unicaja comenzó mandando en la cuarta, pero entre Víctor Méndez y Roberto de Melo se encargaron de prolongar la mala racha ahorradora. Ambos fueron fundamentales para pasar del 8-10 al 17-10. Los almerienses se agarraban a un clavo ardiendo y fueron capaces de reducir la distancia a cuatro puntos, esfuerzo de nuevo innecesario al caer 25-20 en la que se la sexta derrota liguera. Nunca antes el Unicaja en su historia había cosechado más derrotas que victorias al término de la primera vuelta.