España, la actual campeona del mundo, comienza hoy su defensa del título frente a Holanda, con un reto muy importante por delante, avalado por la mejor generación de futbolistas de su historia, por la ambición del equipo y por la capacidad de un grupo que lo ha ganado todo en los últimos seis años.

Un Mundial y dos Eurocopas, una hazaña nunca antes vista en el mundo del balompié, adornan el camino imponente de España hacia la cita intercontinental de este verano en territorio brasileño, que propone todavía más dificultades y plantea nuevos desafíos a La Roja, preparada para una competición que podría agrandar un ciclo legendario de triunfos.

Jamás una selección europea ganó un Mundial en suelo americano y sólo dos, la Italia de 1934 y 1938 y la Brasil de 1958 y 1962, repitieron como campeones en dos ocasiones sin interrupción; una advertencia para una selección que ha dominado la clasificación de la FIFA desde hace cuatro años con un solo mes de parón.

Preocupada por los cambios de temperatura en este Mundial, pero tan potente que es temible para cualquier rival, el equipo entrenado por Vicente del Bosque está desde ayer en Salvador, que le recibió con una decena de grados más de temperatura que en Curitiba, su lugar de concentración, calor y evidente sensación de humedad.

En la primera parada de España en Brasil 2014, el estadio de la primera capital de la historia del país, el Arena Fonte Nova, un moderno recinto con capacidad para 51.900 espectadores, ya aguarda la reedición de la final del último Mundial de Sudáfrica 2010, de aquel 11 de julio de hace cuatro años en el que Andrés Iniesta, en el minuto 116, lanzó a la gloria a la selección español con el 0-1 del triunfo.

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No ha cambiado España desde entonces. Siempre fiel a ese estilo de fútbol de alta precisión, movilidad y desborde con la posesión de la pelota. Sí lo ha hecho Holanda, cuya renovación es notoria desde aquel momento, cuando perdió su tercera final en los Mundiales. Nadie ha cedido tantos partidos por el título como los oranje.

No se prevé un choque parecido en nada al de Johannesburgo, al menos desde el planteamiento de Holanda, probablemente con cinco atrás, con Van Persie, Robben y Sneijder de nuevo como figuras ofensivas, ahora dispuestos para el contragolpe, y con una defensa poblada para contener a España en 90 minutos intensos.

Es una fórmula que ya han empleado muchos adversarios contra la selección española y la manera en la que más dificultades, por la acumulación de jugadores rivales, encuentra el conjunto de Del Bosque, que competirá por un triunfo de máximo valor, porque iniciar el torneo con victoria encarrilaría el pase a los octavos de final.

El once para hoy presenta dos dudas. Una entre el centro del campo y las bandas, con Xabi Alonso, Pedro y Silva para dos posiciones en el once; otra en la punta del ataque, con las posibilidades de Cesc como falso 9 o la apuesta por un ariete más puro, con Fernando Torres o Diego Costa como opciones.

En la portería estará, como siempre, Casillas, con una colección de récords colectivos e individuales a la vista, protegido por una línea de cuatro defensas, con Azpilicueta y Jordi Alba en los laterales derecho e izquierdo, respectivamente, y con Gerard Piqué y Sergio Ramos en el centro. Javi Martínez, titular en los dos últimos amistosos previos al Mundial, apunta a la suplencia de inicio.

Busquets, como medio centro, acompañado a los lados por Xavi y posiblemente Xabi Alonso, con Iniesta por un lado y Pedro o Silva por el otro, completan la probable alineación de la selección española para su estreno en Salvador, pendiente de la opción elegida para la delantera.

España, ganadora de sus seis últimos encuentros en los Mundiales, los cuatro más recientes por el mismo marcador (1-0), se enfrenta a una Holanda en periodo de renovación, con pocos parecidos a la de hace cuatro años y con una nueva apuesta por jóvenes valores, alguno de ellos titulares para medirse a la selección española. Por ahí, en la retaguardia, aparece el portero Cillesen y el núcleo defensivo del Feyenoord, con Martins Indi, De Vrij y Janmaat, todos por debajo de los 25 años, además de Blind y el más experto Ron Vlaar; con Clasie, De Guzmán, ya recuperado, y De Jong para dos puestos en el centro del campo.

Sneijder, Robben y Van Persie son fijos en la alineación inicial de Louis Van Gaal, que también ha manejado en los últimos entrenamientos una alternativa con un 4-4-2 más clásico para el primer duelo en el Grupo B, el comienzo de un nuevo reto para España, la campeona del mundo con el reto más difícil en Brasil, repetir el éxito conseguido en la inolvidable cita de Sudáfrica.