MTB

La Titan... y sus inclemencias

  • Dos Juanjos, Robles y Alesina, completan la prueba ciclista en su vuelta a sus orígenes: Marruecos 

  • Dureza, dunas, kilómetros, un esguince de ligamentos y una intolerancia alimentaria

Los dos ciclistas almerienses, al cruzar la línea de meta.

Los dos ciclistas almerienses, al cruzar la línea de meta.

“Allí hay un dicho muy claro: Lo que te pasa en la Titán, no te pasa en ningún lado”. Con esa frase que resumen a la perfección la experiencia de quienes desafían a la carrera marroquí de bicicletas de montaña, acabó la aventura de dos almerienses, de dos Juanjos que estuvieron en la edición almeriense y un año después, decidieron enrolarse en el pelotón del regreso a los orígenes titanescos.

Si la prueba en tierras almerienses fue dura y exigente, imagínense lo que tiene que ser completar seis etapas por la zona sudeste de Marruecos, prácticamente la frontera con Argelia. Un espectacular recorrido, que en sus dos primeras etapas, ascendía al Atlas marroquí y a picos que superaron los 2500 metros, para ir bajando progresivamente hacia las dunas de Merzouga, dónde concluía la carrera. En los días centrales, la etapa maratón, dónde no está permitida la asistencia mecánica ni fisioterapia, o la etapa de orientación, con pasos obligados por tres waipoints y dunas, dónde prima la navegación por encima de la condición física del ciclista.

¿Asusta? A los titanes les carga pone la adrenalina por las nubes, al resto de los mortales les impone sólo con leer Atlas marroquí. A la dureza de las subidas, la aridez de las dunas o las inclemencias meteorológicas, el equipo almeriense Fresh Logística Bike Team le incluyó dos más: una rotura parcial del ligamento cruzado anterior de la rodilla y una intolerancia alimentaria. A los Juanjos, dos pura sangre, sólo les faltó que en las zonas de avituallamiento hubiera verdugos pegándoles latigazos.

“Tenía mucho dolor en la rodilla, a ratos debía parar y masajearse para poder seguir. En la propia carrera le diagnosticaron la rotura, tuvo que infiltrarse para seguir”, expica Alesina sobre su compañero que todavía tendría otro susto más: “Por la dureza de la carrera a mi compañero se le olvidó que era intolerante a la lactosa y se bebió un vaso de leche”. Ya pueden imaginarse los retortijones y los dolores encima de la bicicleta: “A ratos, daba gritos de dolor, pero seguía. La carrera fue verdaderamente titánica para nosotros”.

Atravesando un tramo pedroso y con agua. Atravesando un tramo pedroso y con agua.

Atravesando un tramo pedroso y con agua.

Montañas, cañones, ramblas, caminos, dunas, tramos arenosos y mucho sufrimiento, con la meta de fondo. Lo mejor es el orgullo y la raza que demostraron, de arrastrarse nada, fueron octavos en categoría corporate. “La Titan es una carrera que cuida tanto al corredor que va a disputar la general, como a la gran mayoría que simplemente queremos vivir la experiencia. Es una de las pruebas MTB más duras que existen, llevábamos una muy buena preparación física, aunque posiblemente la fortaleza mental es casi más necesaria, para afrontar etapas de dureza extrema”, reconoce Alesina que sabe que fue el espíritu de luchador que ambos tienen el que les permitió entrar dándose la mano, como buenos compañeros y amigos, en Merzouga.

Encima de la bici escalando una subida técnica. Encima de la bici escalando una subida técnica.

Encima de la bici escalando una subida técnica.

Ya repuestos, recordando los dolores con un gesto entre sonrisa y gota fría por la espalda, los ciclistas del Fresh Logística Bike sólo piensan en calzarse nuevamente el maillot y enganchar sus calas. “Quizás repitamos la experiencia africana o alguna de las Titan Series, como la de Arabia Saudí o Almería. Si lo conseguimos, nos podremos convertir en titan legend, con más de 3500 kilómetros en nuestras piernas en las diferentes pruebas”, apunta Alesina, aunque para sus familias y amigos, en español, ellos ya son titanes de leyenda.

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