Getafe - Almería · copa del rey

Vaya truño de partido (1-0)

  • El Almería se despide de la Copa en un duelo carente de tensión Los cambios de Quique, resolutivos. Estrenos de Iván y José Ángel.

Un centro a ninguna parte de Wellington Silva a los 33 minutos de juego, un cabezazo alto de Alexis en córner botado por Yoda en el 40' y otro testarazo a las nubes de Ximo en saque de esquina sacado por Mané en el 45' fue todo lo que pudieron echarse a la boca quienes decidieron anoche perder un rato el tiempo viendo la ronda de vuelta copera de los octavos de final entre Getafe y Almería. 

Que el torneo agoniza es una obviedad y reiterarlo hasta el momento no ha servido para nada. Mientras la Federación se decide a hacer algo con un sistema a todas luces deficitario, los aficionados aguantan truños infumables que los entrenadores utilizan para dar minutos a los suplentes o ver en acción a promesas del filial. 

Fue lo que hizo Quique Sánchez Flores, pensando más en el derbi liguero del domingo frente al Real Madrid que en refrendar el acceso a cuartos pese a tener un marcador favorable. El técnico azulón dio la alternativa en el once a cuatro canteranos (Vigaray, Álex Felip, Pere Milla y el juvenil Emi), una clara declaración de intenciones de la importancia que le concedía a seguir o no vivo en la competición. 

Juan Ignacio Martínez, por su parte, optó por ser más cauto y esta vez no alineó a ninguno del filial de inicio, pero sí a los menos habituales, casos de Teerasil, Azeez o Mané, junto con el recién llegado Espinosa, a quien le vino bien ir conociendo a los nuevos compañeros y asumiendo dinamismos de juego. 

Más allá de la disposición inicial de unos y otros, el encuentro evidenció desde el primer minuto que ninguno de los contendientes estaba dispuesto a exponer más de la cuenta, abusando con descaro del más abyecto centrocampismo, sin llegada ni por tanto definición en el área rival. 

En ese tuya-mía desesperante estaba meridianamente claro que la única vía de peligro era algún balón perdido o jugada a pelota parada. De esa guisa llegaron los testarazos de Alexis y Ximo, que bien pudieron adelantar a uno u otro equipo de haber cogido portería, pero todo se iba a reservar para una segunda mitad igual de exasperante en lo que a los visitantes respecta. 

Mientras Quique Sánchez Flores introdujo de salida dos cambios que luego resultarían decisivos (Sarabia y Álvaro Vázquez por Yoda y Pere Milla), el conjunto unionista siguió sin un ápice de tensión ni intensidad, requisitos básicos para practicar un fútbol mínimamente decoroso. 

Observando el panorama desolador, JIM se decidió a dar entrada a los canteranos Iván Sánchez y Dani Romera por Wellington Silva y un Teerasil al que entre ensillar y montar se le va a escapar la temporada. 

Parecía que con los niños sobre el campo el cuadro tendría otra luz, pero salvo un desborde por banda de Iván Sánchez que culminó con un disparo alto, el encefalograma visitante continuó siendo bastante plano. 

Todo lo contrario que en las filas getafenses, donde Sarabia ya empezaba a afinar la orquesta. Un buen contragolpe perfectamente ejecutado por los de Quique estuvo a punto de ser culminado por Álvaro Vázquez de no ser por la providencial intervención de Julián, sacando un balón de los que hacen daño a los porteros, cruzado abajo en dirección contraria a la que corría. 

El aviso vino acompañado del golpe porque apenas tres minutos después el catalán adelantaba a su equipo gracias a un pase entre líneas bien medido de Sarabia que esta vez sí le servía para burlar la manopla de Julián. Con quince minutos por delante, el Almería fue incapaz siquiera de tirar a puerta en busca de forzar al menos la prórroga.

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