Ángel Rodríguez regresa a España de la mano de Unicaja Almería

VOLEIBOL | SUPERLIGA

El club almeriense refuerza su ataque con el jugador cántabro que viene de probar experiencias en Suiza y Chequia con más motivación que nunca

Pepe Villalba también se une a las filas de Unicaja Costa de Almería

Ángel Rodríguez besando la pelota en un encuentro.
Ángel Rodríguez besando la pelota en un encuentro. / D.A.

En el grupo de jugadores ‘visitantes’ que la afición blanquiverde habría preferido tener de su lado cada vez que han jugado en frente, está, sin la menor duda, Ángel Rodríguez Dosel. A su imponente capacidad anotadora, este nómada del voleibol suma que sus raíces se hunden en el ‘muro del norte’. Quien sigue el voleibol español sabe todo eso que lleva implícito Cabezón de la Sal y el Textil Santanderina, equipo y afición, valores que el opuesto cántabro lleva en su ADN. Curtido más allá de España, tras haber defendido sus colores originarios del Textil, Vecindario, Manacor, Guaguas y Palma, ha brillado en Francia y en Chequia para llegar ahora procedente de Suiza. En Lausanne ha sido determinante.

Así regresa a la Superliga, lanzado, en plenitud profesional y tremendamente motivado ante el proyecto de Unicaja Costa de Almería, en el que será una pieza clave: “El cuerpo técnico ha hecho un gran trabajo para crear un gran equipo, tanto humano como de calidad técnica y física, renovando a la base de otros años, que es muy importante mantener, y pienso que en conjunto haremos un gran bloque”. Por lo tanto, “el proyecto de Unicaja Costa de Almería de esta temporada es ilusionante”. Como gran competidor, de igual manera le motiva tanta igualdad en la liga: “Todos los equipos creo que se han reforzado bastante bien, hay muy buenos jugadores en todos los clubes y habrá mucha igualdad”.

Como muestra, un recién ascendido, “Leganés ha sido uno de los equipos que más y mejor se ha reforzado”, para una Superliga que “este año será más competitiva”, porque los clubes “están haciendo muy buenos fichajes y se ha igualado todo”. Insiste en que “el nivel de los equipos se ha elevado”, encajando en esa aseveración a su Unicaja Costa de Almería: “Es una realidad que tenemos un equipo para estar arriba, luchando por grandes cosas”. Yendo a más, “con los jugadores que tenemos, seremos un equipo bastante complicado de ganar si hacemos bien las cosas”. La confianza que deposita en el proyecto ahorrador es absoluta, y el vóley español gana recuperando a Ángel Rodríguez como uno de sus atractivos.

El objetivo es hacer un buen año en lo colectivo

Traer jugadores de su calidad técnica y física es excelente para la Superliga, así como para la formación de los jóvenes valores que incorpora el club ahorrador a sus filas o que siguen en las mismas. Único opuesto nato de la plantilla, hay un buen número de efectivos dentro del plantel dirigido por Pablo Ruiz que pueden desarrollarse en esa posición, tal y como ya hizo la pasada temporada Tarrazo. El objetivo de Rodríguez, en todo caso, es colectivo por delante del individual: “Intentaré dar mi mejor nivel de voleibol para poder ayudar al equipo en todo lo que pueda; espero que este sea uno de mis mejores años de juego y rendimiento para aportar mucho en la misión de reconducir a Unicaja Costa de Almería hasta la cima”.

De lo dicho al principio sobre el deseo ahorrador, club y afición, de contar con sus servicios, el cántabro reconoce que ha sido recíproco, hasta que por fin se ha hecho realidad: “Unicaja es un equipo histórico de la liga y siempre he tenido ganas de poner vestir estos colores y de poder vivir en Almería, ya que la gente habla muy bien de la ciudad”. Es más, “he tenido la suerte de jugar muchos años en el Moisés Ruiz y siempre he pensado que Unicaja tiene una afición bastante envidiable, que se hace notar en cada partido, y para este año espero lo mismo”. Lo tiene claro, “la grada será muy importante esta temporada y nos hará mejores a todo el equipo”, textualmente: “Necesitamos a la afición para luchar en cada partido, y la necesitamos muy ‘metida’ para este gran año”.

Misma ilusión que cuando empezó

Si se define a sí mismo, tiene muy claro su rol, que es completo: “Soy un jugador que puede aportar mucho al juego ofensivo del equipo, también en saque, en el que siempre he tenido mucha confianza, y ayudar mucho en bloqueo”. Dos metros exactos de ‘caballo purasangre’ y potencia con control, “puedo ayudar aportando la experiencia que he ido ganando durante todos los años que llevo jugando”. Cumplirá los 30 de edad al poco de comenzar este curso, en noviembre, y alcanzará vestido de verde la docena de temporadas como profesional en un deporte que, por suerte, se lo ‘robó’ al fútbol durante sus inicios: “No fue la mejor decisión dejar el vóley e irme al fútbol -risas-, pero el vóley playa me abrió de nuevo la puerta”.

Va a ser recibido con los brazos abiertos por parte de sus compañeros, del cuerpo técnico y de la afición, todo el mundo consciente de que incluso más allá de su calidad deportiva llega su calidad humana: “Hago mucho equipo, y creo que es algo muy importante”. Misma ilusión de cuando comenzó, “jugué los dos años de alevín, ya que mi padre formaba parte de la directiva de Textil Santanderina, luego el fútbol y, a los años, jugué con Dani Ruiz el circuito de Cantabria de vóley playa, lo ganamos y fuimos al Campeonato de España”. Visto el nivel de ambos, “a raíz de eso nos llamaron a los dos parar hacer una prueba en Palencia, en la Permanente, y en mi segundo año de juvenil empecé de verdad a jugar al voleibol”.

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