"Con 40 años creo que es el momento"

"Me fui de Almería con 16 años y ahora con 40 creo que ya es el momento". Inma González Tico, jugadora almeriense de voleibol, anunció el lunes su retirada tras 24 años en activo, en los que se ha convertido en uno de los estandartes del voley femenino español hasta el punto de ser la jugadora con más entorchados internacionales, con 186 actuaciones con la selección española.

Jugó en el Tormo Barberá en Valencia, en Alcorcón, Vigo y en Granada, donde estuvo ocho temporadas antes de marcharse a Bélgica. Paró al quedarse embarazada y Alex Batista le dio la oportunidad de seguir jugando, en una categoría inferior (Liga FEV) en el equipo de su tierra, el Universidad de Almería. "Alex me ofreció la posibilidad de entrenar y competir, me lo pusieron muy fácil y fue una buena experiencia, me trataron muy bien, si no hubiera sido por Alex seguramente mi carrera deportiva habría acabado". Entonces tenía 33 años "y no pensaba regresar a la Superliga". Menorca le ofreció jugar de nuevo en la elite si ascendían, ella dijo que sí y, al ascender el equipo balear, ella cumplió su palabra.

"No ha sido una decisión de un día para otro. Llevaba ya algunos meses e incluso algunos años planteándome la retirada, pero el club siempre me pedía continuar. En Menorca se han portado muy bien conmigo y yo venía continuando. Pero ya dije que este año, pasara lo que pasara, sería el último", comentaba la colocadora almeriense.

24 años como profesional han dado para mucho. "El recuerdo más antiguo que tengo es de cuanto tenía 16 años y mis padres me dejaron en la estación de Almería para coger el tren. Yo iba a cumplir un sueño, el de dedicarme al deporte y trabajar para estar en unos Juegos Olímpicos. Ese era mi sueño desde niña. Veía películas de Juegos Olímpicos y yo quería estar en unos. Cumplí ese sueño", comenta Inma, quien se queda, en todo este tiempo, "con toda la gente que he podido conocer; muchos me han mostrado mucho cariño en los dos últimos días desde que anuncié mi retirada".

Dos días, desde el lunes, en los que "estoy con la lágrima suelta, pero la gente me da mucho apoyo". Inma se hace ya a la idea de que "los que quedan van a ser mis últimos puntos, las últimas veces que me ponga la camiseta y me haga una foto con el equipo". Todo ello se magnifica por el hecho de que "vamos líderes y nos queda el Play-Off por el Título", así que "voy a vivir este final de temporada con mucha emoción y de una manera muy intensa. Ya el año pasado, cuando me planteaba la retirada, llegaba a los pabellones con un nudo en la garganta, pero va a ser este año al final".

El apodo de Tico le viene desde que cogió aquel tren. "Había otra Inma y yo tenía muy marcado el acento andaluz, como el ratón que salía en Willy Fogg. Y me tocó a mí el ser conocida por el mote. La gente de Almería sí me llama Inma, pero a veces pienso que en el voley nacional la mayoría no sabe que me llamo Inmaculada. Todos me conocen por Tico", explica.

A final de temporada Inma, o Tico, dejará el voley profesional. "Pude compaginar el deporte con los estudios de fisioterapia y quiero trabajar de lo mío con la máxima ilusión". Y también lo cumplirá. Seguro.