FC BARCELONA 2-0 UD ALMERÍA | LA CRÓNICA
  • El murciano permite que el Almería aguante el resultado inicial hasta el descanso tras un carrusel de oportunidades

  • Dembelé abre la lata en el inicio del segundo acto y De Jong sentencia a la hora de juego

  • 27 remates y 70% de posesión para el Barcelona

No basta con Fernando

Dembélé celebra el 1-0 Dembélé celebra el 1-0

Dembélé celebra el 1-0 / Siu Wu / Efe (Barcelona)

47 minutos duró la defensa del Almería, numantina por el apartado físico y, sobre todo, por Fernando. El conjunto rojiblanco buscaba ser el primero de la historia del club en puntuar en el Camp Nou, colándose además en la fiesta de Piqué, que ya es historia del fútbol. No lo logró a pesar de que Lewandowski echó una mano al errar un penalti en el minuto 5, imponiéndose los locales con un carrusel de oportunidades (27 remates) y esa calidad propia de los grandes, triunfo que le permite, además, para dormir líder a falta del encuentro del lunes del Real Madrid.

No fue un primer acto sencillo para el cronista, con tantas ocasiones a pesar de dejar el conjunto de Rubi la portería a cero. La acumulación de más defensas no redujo el número de oportunidades locales, sin el premio deseado o bien al errar en el remate o bien por aparecer Fernando, ese mismo que hace unos años era el eterno suplente y que este sábado se confirmaba en millones de televisores de todo el mundo.

Volvió Rubi a la línea de cinco defensas como en la última salida, cuando Kaiky y Chumi formaron también junto al libre Ely. Samu en el centro del campo y Ramazani en el frente de ataque fueron las otras novedades indálicas, siendo Babic, De la Hoz, Embarba y Touré los sacrificados de esa foto inicial que ya es habitual en La Vega de Acá. Xavi, por su parte, le dio continuidad al once que se impuso en Mestalla, con las únicas novedades de Piqué y Marcos Alonso en el eje de la zaga (por Koundé y Eric García), y de Ferrán Torrés en el extremo izquierdo, en detrimento de Ansu Fati.

Fernando, en una de sus muchas actuaciones Fernando, en una de sus muchas actuaciones

Fernando, en una de sus muchas actuaciones / EFE (Barcelona)

Así, el Barcelona salía con todo, lejos de aquel descafeinado equipo que actuó en el trámite ante el Viktoria Pilsen (hasta siete novedades). Y fue un torbellino desde el primer momento, penalti incluido a los cinco minutos. El guion continuó igual tras el fallo: ritmo frenético y una oportunidad detrás de otra. Ese partido largo que planteaba el Almería parecía irse al traste cuando Martínez Fuentes acudía al monitor de VAR y, como casi siempre ocurre cuando se desplazan a esa zona, modificaba su decisión y señalaba penalti por mano de Kaiky. Ferrán cabeceó un centro desde el segundo palo y el esférico se estrelló en el central brasileño, de espaldas, en ese eterno debate de qué hacer con las manos en este tipo de jugadas.

El penalti fallado por Lewandowski, su primero con el Barcelona, mantuvo vivo al Almería

Contra todo pronóstico falló Lewandowski al mandarla fuera de los tres palos. El punta alemán buscó ajustar tanto el disparo al palo izquierdo de Fernando, parada a mitad de carrera incluido, que terminó errando su primera pena máxima con la camiseta del Barcelona. El Almería respiró, pero el conjunto de Xavi no se vino abajo. Ferrán Torres filtró un balón para el propio Lewandowski, que no controló bien la pelota, Piqué la tuvo en un saque de esquina y Ferrán pescó el rechace de una falta de Jordi Alba despejada por Fernando.

El Almería sufrió por los costados, especialmente por el derecho, al estirarse los extremos azulgranas y hacer constantemente dos para uno con los laterales desdoblando. Del costado izquierdo llegó la enésima ocasión con un balón que colgó Ferrán en busca de Lewandowski, saliendo de nuevo Fernando. El murciano trabajó a destajo, evitando dos minutos después que el propio Ferrán, tras una genial asistencia entre líneas del polaco, completase un pase de la muerte a Pedri.

Los almerienses sufrieron mucho por los costados al estirar los azulgranas a los extremos

El conjunto almeriense casi saca agua del desierto antes de la media hora de juego. Erró De Jong un pase horizontal en zona de creación, vistiéndose Ramazani en Lázaro de Tormes. Arrancó la cabalgada en busca de un gol histórico, pero con todo el tiempo del mundo, Ter Stegen se le echó encima cuando buscaba colocarla al palo izquierdo del meta alemán. Sin respiro, Kaiky salvó bajo palos un disparo de De Jong y Ferrán estuvo a punto de enganchar una fenial asistencia de Jordi Alba al área de meta después de desbordar a Mendes.

Aún había más antes del descanso: transición del Barcelona tras un saque de meta visitante que terminó con Ferrán asistiendo a Dembelé a pesar de poder tirar él mismo y nueva aparición de Fernando para salvar a su equipo desbaratando así el remate con la cabeza del galo; Balde asistió a Lewandowski para que éste intentase abrir la latra con la testa; pase filtrado de De Jong a Ferrán, que le gana la partida a Mendes, evitando Fernando el tanto azulgrana; y sendas ocasiones de Pedri y de Jong. En la buchaca visitante, apenas un disparo de Melero en el tiempo extra.

En definitiva, era un carrusel de ocasiones en el que el gol local parecía cuestión de tiempo. No en vano, el Barcelona se marchó al descanso con 16 remates, ocho córneres a favor y 72'5% de posesión. Tanto fue el cántaro a la fuente que terminó imponiéndose la lógica. Pero no fue en ninguno de los numerosos pases filtrados ni desde las bandas, donde más peligro generaron los de Xavi; sino en una transición en la que Busquets sacó su guante a pasear para buscar a Dembelé, en la otra zona del campo. El francés desbordó a Babic y a Ely y disparó cruzado al palo derecho de Fernando. El serbosnio, por cierto, había entrado tras el descanso junto a Sousa, por Kaiky y Baptistao.

Dembélé se marchó de Babic en el 1-0 Dembélé se marchó de Babic en el 1-0

Dembélé se marchó de Babic en el 1-0 / EFE (Barcelona)

El encuentro continuó siendo un monólogo, con el conjunto catalán desperdiciando oportunidades hasta que pasada la hora de juego De Jong materializó el segundo tanto, que ya fue una auténtica losa. Ansu Fati remató un centro de Jordi Alba, volviendo a aparecer Fernando, que no pudo hacer nada en el rechace del alemán. El ataque-defensa continuó, moviendo Rubi en el ecuador de la segunda mitad el dibujo para pasar al 1-4-1-4-1 con Eguaras como mediocentro, retirándose Ely, con molestias físicas.

El balón siguió moviéndose por el medio campo del Almería, pero con el paso de los minutos los focos terminaron por apuntar a Pique, que se marchó sustituido en el minuto 83. Día histórico para el fútbol, con el Almería de invitado de honor. El conjunto de Rubi sufrió, se desfondó, pero al menos no se marchó con una goleada. El miércoles volverá a jugar otro encuentro en casa prácticamente sin red, con un Getafe necesitado, en el que será el último encuentro liguero antes del parón mundialista.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios