La botella medio llena

SEVILLA FC 2-1 UD ALMERÍA | El Acta de Vivancos

Ser el penúltimo en esta jornada no es un drama

Se llegó con claridad las suficientes veces como para haber marcado algún gol más

Robertone y Babic aplauden a los seguidores desplazados a Sevilla tras la derrota
Robertone y Babic aplauden a los seguidores desplazados a Sevilla tras la derrota / Joaquín Corchero / Afp
Ramón Gómez-Vivancos García

Almería, 12 de marzo 2023 - 20:14

Si frente al Villarreal la mala racha de los castellonenses como foráneos invitaba a ser optimista y a no tenerles tanto miedo, como de hecho se tuvo, la estadística del Sevilla en su estadio durante el 2023 invitaba al pesimismo. Y es que los sevillistas habían ganado en este año, antes del enfrentamiento frente a la UDA, cuatro de cinco encuentros disputados en liga y también habían cosechado dos victorias de dos choques jugados en casa en Europa League.

Quien dijera que este Sevilla estaba en crisis en su estadio, no se documentó, como decía José María García. El ambiente en el Pizjuán era infernal, típico de encerrona, y con ello tuvo que lidiar la UDA durante todo el partido, no solo al inicio. Haber ido a jugar frente al Sevilla en esas condiciones se presentaba como un reto muy complicado, y así fue. De hecho, puede que se haya pasado por el peor tramo de calendario que le quedaba a la UDA.

A partir de ahora varios de los rivales directos en la lucha por la permanencia tendrán que visitar el Power Horse Stadium. Ya sé que en este espacio se está para analizar lo acontecido en Sevilla, sin olvidar poner en perspectiva que el ser penúltimo en esta jornada no es un drama, por el calendario que resta, que se presenta algo más suave y sobre todo porque se está a tiro de piedra de la mitad de la tabla, dada la cantidad de equipos que se encuentran en un pañuelo.

Lo que sí se le puede achacar a los de Rubi en Sevilla es el haber reculado tanto tras el tanto inicial de Akieme. Es comprensible una arremetida del oponente, arengado por su público, pero como sucedió ante el Villarreal, no se puede defender tan atrás como si se trataran de los diez últimos minutos. Y eso que este equipo debe de tener vocación defensiva en Primera, pero en pos de buscar el equilibrio que quizá floreció en la segunda mitad.

O sea, ni tan defensivos como en los dos últimos partidos, ni tan ofensivos como en otros enfrentamientos. Esa estela del segundo tiempo en el Sánchez Pizjuán es la que habría que coger si se pretende ser competitivos para el objetivo de la salvación. El once inicial presentado ante el Sevilla, estuvo a priori equilibrado en todas sus líneas, pero luego no se supo seguir como si no se hubiera logrado el gol, porque el centro del campo era casi más constructivo que destructivo.

Los que han aprovechado para arremeter contra Arnau, siempre defendido desde estas líneas (lo sigo haciendo) no valoran su falta de continuidad y el rol que le tocó jugar con sus compañeros hundidos en su propia área. Tampoco es que la UDA jugara una segunda mitad de escándalo, pero se llegó con claridad las suficientes veces como para haber marcado algún gol más, amén de un penalti clamoroso no pitado a Pozo en los segundos 45 minutos cuando se disponía a centrar dentro del área sevillista.

Después de haber jugado frente a un equipo tan necesitado, con tan buenos jugadores y con tan buena racha en casa, quiero ver la botella medio llena de cara a los próximos enfrentamientos en el Power Horse Stadium ante los verdaderos rivales de nuestra liga. El próximo sábado, primera piedra de toque. En caso de victoria, se volvería a salir casi seguro del descenso. O sea, que menos dramatismo.

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