Una capacidad física que asusta
CD NUMANCIA | UD ALMERÍAel acta devivancos
La galopada de Corpas sorteando contrarios en el 87' y la sangre fría de Álvaro Giménez se basa en un estado físico tremendo que otorga seguridad
Con 36% de posesión ganan a un rival más técnico
Comentó Alfonso García hace un mes que igual este equipo daba la sorpresa. O sea, vino a decir, en buena lógica, que la cosa pintaba mal porque él sabe, que para eso lleva tanto tiempo en el mundo del fútbol, que se la iba a jugar con jugadores noveles en la LFP. Desde luego, no es lo mismo contar con una promesa como Chema, pese a debutar en superior categoría, que confiar en jugadores perdidos por los suburbios de la Segunda B. Pues sí, ayer sus jugadores dieron la sorpresa al vencer y convencer. Si en otros choques las carencias fueron extremas, en Soria lo fueron menos, gracias al estado físico de un conjunto que lucha hasta el infinito y más allá. Quizá el referido estado físico, plasmado en las sudorosas camisetas de los de Fran Fernández, es el culpable de que este equipo esté de momento dando la sorpresa a la que aludía el presidente. Con solo un 36% de posesión, la UDA se impuso a un Numancia con más calidad técnica, que se empeñó en rasear el esférico desde el área chica de su guardameta. La superioridad principalmente se basó en una tremenda presión e implicación de cada uno de los rojiblancos, empezando por Juan Carlos Real, que por sus condiciones técnicas a priori tendría que aprovecharse del trabajo de sus compañeros. Casi todas las ocasiones almerienses llegaron por anticipación y robo. Es una forma más de jugar, una opción tan válida como cualquier otra. El equipo está como una moto y el esfuerzo de los chavales es ímprobo, como se pudo comprobar en los últimos compases con jugadores que apenas podían andar. Eso sí, estamos en septiembre y la competición finaliza en junio del año que viene. No soy especialista en preparación física, pero cuando menos llama la atención. ¿Qué está teniendo de positivo este derroche? La confianza, pues jugadores como Corpas, que en pretemporada se pensó en cederlo, o Álvaro Giménez, que llegó del Alcorcón con unas estadísticas más que discretas, tuvieron la determinación de crear un gran segundo tanto. Por cierto, de Álvaro también habló el presidente en pretemporada en referencia a la posibilidad de que el delantero pudiera mejorar en Almería sus pobres estadísticas en LFP. Pero como indiqué, la confianza es clave en cualquier deporte, y hace extraer lo mejor de cada deportista, porque la galopada de Corpas sorteando contrarios y la sangre fría del exariete alfarero se basa en un estado físico tremendo que otorga seguridad. Más de un lector podrá referirse a mis veladas críticas en anteriores misivas en torno a la escasa calidad de una plantilla que poco o nada prometía, pero un servidor está para emitir la opinión partido a partido, sin una bola mágica que adivine el futuro. Nada está hecho y habrá que ver la evolución de dicho estado físico que tanto ayuda en los demás aspectos del juego. No quisiera olvidarme de Fran Fernández, otro integrante low cost dentro de este organigrama, no por los conocimientos y aptitud que está demostrando el buen entrenador almeriense, sino por la rigidez del club en la apuesta económica por el extécnico del filial. Habrá que sacar todavía más jugo, porque lo difícil no es llegar, sino mantenerse.
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