Rugby | División de Honor B

La conjura cruzada da a URA la victoria que necesitaba (43-19)

Un jugador del conjunto cruzado trata de sortear un placaje rival.

Un jugador del conjunto cruzado trata de sortear un placaje rival. / Paco Alonso (Almería)

Era justo que por fin saliera todo lo bueno que se lleva dentro, todo lo que se ha ido, a lo largo de la temporada, cultivado entrenamiento tras entrenamiento. Especialmente, era lo justo para los jugadores, que volvieron a divertirse sobre el terreno de juego tras mucho sufrir en las jornadas anteriores. Después de demasiado tiempo, efectivamente se vio a un Unión Rugby Almería dominador, y además se logró frente a un grande, un Arquitectura enrachado, posiblemente el mejor equipo de la segunda vuelta, que llegó al Juan Rojas invicto con un empate y tres victorias consecutivas. Si lo de antes había sido perder frente a bloques inferiores, lo de este domingo fue toda una reivindicación.

El rugido de los cruzados, ahogado por las circunstancias y por una dinámica mental que ha costado levantar, por fin sonó y además llegó con la salvación virtual, con cinco puntos por bonus ofensivo y un juego basado en la solidez defensiva y en la fluidez en el ataque, contundente por delantera y dinámico por los tres cuartos. También ayudó, y mucho, el dominio de las fases estáticas, sobre todo con una superioridad en la melé realmente abrumadora y un porcentaje muy alto en la touche. No era la primera vez en la que los cruzados se conjuraban, semana a semana reuniéndose y reflexionando en grupo para dar un giro a la situación. Pero esta sí que salió y se tuvo la recompensa.

Con todo, el inicio del partido hizo pensar lo peor, tropezar en la misma piedra, cuando en el primer minuto de juego un desajuste defensivo dejó la escapada de Molina para el try bajo palos. Realmente el choque comenzaba con 0-7. Así se pensó y se cumplió, un partido de 78 minutos siete puntos por abajo, y surtió efecto. De hecho, el 'reinicio' mostró a un URA dominador, con posesión, con una primera melé sorprendentemente superior tras un avant por balón caído. Se continuó castigando en melé, pero se eligió puntos a la cuarta en golpe de castigo, transformado a palos por Castro para el 3-7 y a seguir en el guion de juego. Se jugó una touche a maul, pero no salió el avance.

Melé del conjunto cruzado en una acción del encuentro frente a Arquitectura. Melé del conjunto cruzado en una acción del encuentro frente a Arquitectura.

Melé del conjunto cruzado en una acción del encuentro frente a Arquitectura. / Paco Alonso (Almería)

El acoso unionista llevó a ver amarilla al talonador visitante, Contegeorgis, y estando en superioridad llegó el ensayo. Se lanzó touche que interceptó el saltador visitante y, acto seguido, se recuperó el oval para que Momia, imparable, anotase el primero, a su vez transformado por Castro para el 10-7. Se había dado la vuelta al marcador, se iba a por más y solo un minuto después otra recuperación se hizo de oro con el oval al ala izquierda, por donde apareció imparable el zaguero Juan Ignacio hasta entrar en zona de marca madrileña. También acertó Castro y el electrónico vio el 17-7. Esta vez no se pagó tan caro que siguieran escurriéndose balones en jugadas prometedoras.

De hecho, las melés consiguientes, pese a ser en contra, se recuperaban con empuje y lectura táctica, entrando Hacha por la izquierda sin suerte a pocos centímetros de la anotación. Se entró en una fase de tremenda lucha en la medular, metidos más en esa parcela de juego visitante, y se necesitaba un ensayo más antes del descanso para el respaldo anímico de ver reflejada en el marcador la superioridad sobre el campo. Fue a través de la llave de la melé como se consiguió, más el talento de Pocho sacando el balón y siendo, como casi siempre, letal. Curiosamente esa fue la más 'controlada' por parte de Arquitectura, pero si no se arrasa, se tiene al '8' y su inteligencia en el campo.

El 24-7 era ya más tranquilizar y reflejaba mejor lo visto sobre el terreno de juego, pero se consiguió ensanchar más el tanteo y ponerse en zona de bonus ofensivo con un try más, el cuarto, repitiendo Momia para hacer valer el juego colectivo. Una patada muy buena de Castro a touche desencadenó un maul que no pudo frenar Arquitectura, con el talonador cruzado portando el balón muchos metros hasta la zona de marca. En esa ocasión no llegó la transformación de un Castro en todo caso magistral, exhibiendo su crecimiento como cerebro del equipo, logrando como apertura unos desplazamientos de balón excelentes y siendo una pieza fundamental. Volvía tras lesión con ganas.

Dos jugadores cruzados intentan robar el balón a un rival que se encuentra en el suelo. Dos jugadores cruzados intentan robar el balón a un rival que se encuentra en el suelo.

Dos jugadores cruzados intentan robar el balón a un rival que se encuentra en el suelo. / Paco Alonso (Almería)

Al descanso se llegó con el partido encarrilado, pero el de enfrente era Arquitectura y su nivel es innegable. Brillante segunda vuelta, el XV madrileño presionó mucho en la reanudación, tuvo balón y encerró a URA en su propio campo durante los primeros 10 minutos de juego. Tocó sufrir mucho en defensa, pero además de la contundencia por delante también se recuperó la solidez atrás y se resistió el órdago del rival. Salió al fin de su campo el XV cruzado en el 51, una touche que generó una jugada prometedora a la que no se sacó partido por lo de casi siempre, otra balón caído al suelo. Amenazó Arquitectura con meter de nuevo en la cueva a Unión Rugby Almería.

Lo impidió una progresión de Pocho que provocó melé en el centro del campo. En ese momento se recordó que se podía ampliar más el marcador y así se hizo, con jugada a mano de gran nivel que culminó un jugador que se lo merecía, un Ata poderosísimo en los últimos metros. La buena intensidad defensiva daba opciones de ataque, y se unió a eso el talento individual, como el de Luis Gómez, espectacular avanzando con valentía y siendo finalmente Juan Ignacio el que, pegado a la cal por la derecha, diera otro ensayo más, el sexto, con un 43-7 a falta de 20 minutos para el final. Movió su banquillo 'Quintana' y Arquitectura sacó el honor de un histórico para ensayar por dos veces, URA no firmó el séptimo por no posar cuando estaba hecho y se acabó.

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