UD ALMERÍA | EL ACTA DE VIVANCOS

El enésimo desbarajuste de Rubi

  • El Almería, con talento individual, cumple con creces en la construcción, pero yerra estrepitosamente en la destrucción

  • El segundo equipo más goleado del campeonato juega con tres delanteros

Pizarro Gómez advierte a Rubi en Montilivi

Pizarro Gómez advierte a Rubi en Montilivi / David Borrat / Efe (Gerona)

En el momento de redactar estas líneas y pasado el ecuador de la competición, la UDA es el noveno equipo más goleador de la Primera División. Cualquiera hubiese firmado al principio de la campaña un dato así, pues lo más preciado del fútbol es el gol. Esta brillante estadística languidece cuando la misma UDA es el conjunto que más goles ha encajado de la categoría, si exceptuamos al Elche, destacado colista. Y eso que Fernando y Ely sobresalen en los rankings de la competición en paradas y despejes, respectivamente. Evaluando todos estos guarismos llegamos a una conclusión: se cumple con creces en la construcción, hay talento individual, pero se yerra estrepitosamente en la destrucción, en teoría una disciplina más fácil de ejecutar. De hecho, el ataque proviene del ingenio de cada jugador y la colocación defensiva se debe entrenar y ejecutar en grupo.

Esta reflexión, más real que la vida misma, no deja bien parado a Rubi, ya que el técnico no está sabiendo acoplar a sus jugadores en un esquema que tenga como objetivo defensivo tapar las máximas vías posibles que conduzcan a la meta de Fernando. También resulta chocante que un equipo que encaja tantos goles, y al que le generan tantas ocasiones, siga apostando por un once inicial con tres delanteros. Y así una jornada tras otra, como tantas veces se ha indicado desde esta acta, sin ir más lejos en la de la pasada semana con el titular La osadía de Rubi.

Tras el bochorno de Montilivi, Rubi reconoció que tuvo la culpa por cargar de ansiedad a sus jugadores. Hasta en eso falló el entrenador catalán, porque el problema no provino de la supuesta ansiedad, sino de su atroz planteamiento al dividir a su equipo en dos, contando con dos mediocentros defensivos sin salida de balón, pegados a la zaga y con tres delanteros, como los grandes de la liga, dejando a Robertone solo como una isla en el corazón del terreno de juego, donde se domina el juego. ¿Se puede diseñar algo peor? Casi que no.

Debido a ese esquema que tanto facilita la labor del oponente y que coarta la propia, a posteriori emana la falta de confianza individual que se incrementa conforme pasan los minutos. De la Hoz, el que siempre sabe lo que hacer, anduvo perdido y sin meter la pierna, Samu desconocido, sin hacer ni siquiera faltas, la zaga descolocada y los delanteros de espectadores de lujo, a no sé cuántos metros de distancia del desaguisado.

Aun así, no tuvo Rubi la feliz idea de cambiar sobre la marcha su ruinoso esquema inicial durante la primera mitad. Ya con el partido decidido, reaccionó en el descanso. ¿Y Mendes? El chico es potente, pero torpe con el balón y sin saber posicionarse tácticamente. ¿Y lo de Akieme? El lateral tiene un buen cartel, pero es un jugador que se despista en demasía a la hora de defender. En el empate del Real Madrid en el Power Horse Stadium no vio llegar a Lucas Vázquez, en Mallorca un despiste suyo costó la derrota y ante el Girona en dos de los tantos encajados fue triste protagonista. Incluso Rubi acabó hastiado y lo sustituyó por Centelles, que desde mi parecer (y no es la primera vez que lo digo) tiene más posibilidades que Akieme en Primera. ¿Que juega con tres delanteros el segundo equipo que más encaja en la categoría? Pues sí, ver para creer...    

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