La hoja de ruta de Joao Gonçalves

Joao Gonçalves vive con ojeras permanentes. Es el precio que tiene que pagar desde que de la mano de Turki Al-Sheikh aterrizase como asesor deportivo del club, la mano derecha del CEO Mohamed El Assy en materia de fichajes. Sus competencias negociadoras salieron a la luz pública cuando la UD Almería protagonizaba el mayor traspaso de la historia en Segunda al transferir a Darwin Núñez al Benfica por 24 millones de euros, incrementados en 10 más apenas dos años después con su marcha al Liverpool inglés.

Este verano al luso se le ve particularmente contento porque es el primer mercado estival que está pudiendo afrontar en plena normalidad y con el aliciente del ascenso a Primera entre manos. La precipitada compra del club en agosto de 2020 dejó escaso margen de actuación y se cometieron algunos borrones que han ido subsanando, mientras que en 2021 el fútbol mundial estuvo bastante condicionado por el coronavirus, con el añadido para la UDA que en ambos años disputó la fase de ascenso, lo que dilató la labor de despachos bastante más.

En 2022, por fin, Joao se está viendo en su salsa y parece tenerlo todo programado al más mínimo detalle. Apenas transcurridos unos días desde los festejos, se anunciaban las marchas de Makaridze, Monte y Buñuel, así como la renovación de Ely y la ejecución de las opciones de compra o bonificaciones en relación a objetivos logrados por Babic, Pozo, Robertone, Eguaras y Sadiq.

La hoja de ruta del cerebro portugués está bien delimitada y el siguiente paso fue lanzarse a por los jóvenes talentos de futuro que tanto le gustan al presidente saudí, sabedor de que el auténtico negocio en el fútbol -como en la vida- pasa por arriesgar en inversiones que luego puedan revalorizarse. Bajo esa premisa han llegado Houboulang Mendes, Martin Svidersky, Arnau Solá, Gui Guedes, Marko Milovanovic y, a falta de oficializarse, Kaiky Fernandes. Tres lo han hecho como agentes libres y por los otros tres el club ha pagado traspasos porque ya había clubes de primera fila siguiéndoles los pasos.

Conseguidos los objetivos 'revalorizables', la siguiente fase en ese plan trazado pasa por aligerar la nómina del plantel, por lo que en los próximos días se acelerarán salidas ya muy encaminadas como las de Juan Villar, Jonathan Silva, Nikola Maras, Jordi Escobar, Javi Robles o Dragan Rosic.

Tras atar a Kaiky para el eje de la zaga, las redes de la dirección deportiva rojiblanca están echadas ahora en firmar a un portero experimentado que compita por el puesto con Fernando y también a un extremo, operaciones ambas ya bastante avanzadas.

Luego el mercado rojiblanco entrará en lo que podría denominarse la etapa decisiva, esa en la que el club pretende adquirir a 3/4 jugadores contrastados para los que son conscientes de que requieren de mucha paciencia para que las condiciones puedan ser favorables. En este punto se insiste mucho en que solo los últimos días del pasado mercado veraniego pudieron hacerse operaciones como las de Pozo, Babic o Dyego Sousa.

Conforme la ventana va alcanzando la fecha de cierre y las opciones se desvanecen para los jugadores, los clubes de origen rebajan sus elevadas pretensiones iniciales y los agentes también se bajan del 'burro'. Por citar un ejemplo, el Estrella Roja pedía 2 millones de salida por Babic y la operación acabó aprobándose en una cesión con opción de compra obligatoria de 1'1 millones en caso de ascenso.

Por esa cuestión, para los 'grandes nombres' la afición unionista tendrá que esperar a que el mercado vaya madurando y mientras tanto Gonçalves seguirá pendiente de ir conformando todo el esqueleto de la cantera de la entidad, carga que asumió tras la salida de su compatriota Mario Silva, y de poner al tanto de todo al 'jefe' cuando llama a horas intempestivas desde Arabia Saudí. De ahí que las ojeras sean ya un rasgo distintivo de 'man maker' de la UDA.